Último intento de Pakistán de pedir una desescalada hacia India el 2 de mayo. Islamabad advirtió a la ONU de que se habían cortado los canales oficiales con Nueva Delhi. El embajador paquistaní ante Naciones Unidas repitió que tenía pruebas de los preparativos de maniobras militares ordenadas por el primer ministro indio, Narendra Modi, pero abogó por una diplomacia preventiva para evitar cualquier confrontación directa como la de 2019.
Con Carrie Nooten, corresponsal de RFI en Nueva York
Pakistán asegura que ha contactado a todos los actores internacionales posibles. Se ha reunido dos veces esta semana con el responsable de la ONU para tratar el asunto y pedirle que intervenga ante India. Incluso espera una posible mediación de Estados Unidos, que se lleva bien con ambos países.
Pakistán sigue pidiendo una investigación independiente sobre el mortífero atentado de Cachemira. La tensión entre estas dos potencias nucleares se incrementó fuertemente desde el 22 de abril, cuando 26 personas murieron en un ataque la turística ciudad de Pahalgam, en la parte de Cachemira administrada por India.
Pakistán aboga por la reanudación del diálogo para evitar una escalada que podría convertirse en un conflicto regional que podría afectar a casi 2.000 millones de civiles. El embajador Asim Iftikar Ahmad explica: "Es totalmente plausible que se estén preparando para este tipo de acciones. Ya lo han hecho en 2019. Por eso advertimos de que cualquier agresión, desencadenaría una nueva dinámica a la que Pakistán se vería obligado a responder. Ya lo vimos en 2019, una escalada muy peligrosa. No queremos que vuelva a ocurrir".
En 2019, tras un ataque letal contra sus soldados, India realizó un ataque aéreo contra Pakistán, que respondió.
Creciente tensión entre los dos vecinos
Además, India “suspendió” tras el ataque en Cachemira su participación en el Tratado del Agua del Indo, que garantiza el acceso al agua a más de 40 millones de paquistaníes. Islamabad lo considera un acto de guerra.
A pesar de los llamamientos internacionales a la distensión, las tensiones entre las dos potencias nucleares aumentan día a día, más de una semana después de que 26 civiles murieran en un atentado en Pahalgam, en la Cachemira controlada por India. Nueva Delhi acusó inmediatamente a Islamabad del ataque, que nunca fue reivindicado.
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