En una entrevista concedida a France 24, el Director General del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), el argentino Rafael Grossi, habla de la guerra entre Israel e Irán y de su preocupación por un posible accidente nuclear. En su opinión, los ataques llevados a cabo por el ejército israelí han tenido efectivamente un impacto en los emplazamientos nucleares iraníes y han provocado “una reducción de las capacidades iraníes”.
Rafael Grossi explica que “toda una serie de instalaciones importantes han quedado destruidas o gravemente afectadas por los atentados”.
En Natanz, por ejemplo, asegura que todo indica que la planta ya no está operativa. “Hay una destrucción completa de la planta de enriquecimiento de uranio en la superficie y de todas las instalaciones eléctricas, pensamos que la planta subterránea también está destruida”, afirma.
Misma situación en Ispahan, donde “se procede al tratamiento de uranio, a la conversión de uranio, y donde hay un laboratorio químico, también han sido destruidos”, afirma a France24.
Sin embargo, Grossi insiste en que no está en condiciones de afirmar “que haya un esfuerzo directo para fabricar un arma nuclear” en Irán, motivo aducido por Israel para desencadenar el conflicto.
El jefe del OIEA añadió que el riesgo de un accidente nuclear en Irán como consecuencia de los ataques israelíes le preocupaba “enormemente”.
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