El gobierno de Colombia anunció este lunes la detención de más de 200 integrantes del Clan del Golfo, la principal organización narcotraficante del país, implicada en una ofensiva violenta conocida como "plan pistola", que ha causado la muerte de al menos 20 miembros de la fuerza pública.
El presidente Gustavo Petro había alertado a finales de abril sobre una estratégia de "asesinatos sistemáticos" contra policías y militares, en medio de una escalada de violencia armada sin precedentes en la última década.
En una acción conjunta de las autoridades para frenar estos ataques, se logró capturar a 217 miembros de esa estructura criminal desde el pasado 15 de abril, según informó en una rueda de prensa el almirante Francisco Cubides, comandante de las Fuerzas Militares, quien agregó que durante el operativo fueron abatidos 15 presuntos narcotraficantes, se confiscaron 6,8 toneladas de drogas, 123 armas de fuego y más de 15.000 municiones, añadió Cubides.
El Ministerio de Defensa reportó que la ofensiva del Clan del Golfo, grupo con raíces paramilitares, ha provocado la muerte de 16 policías y siete militares en ese periodo. De acuerdo con el ministro del Interior, Armando Benedetti, la organización criminal ha ofrecido entre 10 y 15 millones de pesos colombianos (equivalentes a 2.300-3.500 dólares) como recompensa por asesinar a oficiales de la Policía.
Esta estrategia recuerda la usada por el narcotraficante Pablo Escobar en los años noventa, cuando pagaba por cada agente asesinado en su lucha frontal contra el Estado. Cubides señaló que estos ataques representan una reacción desesperada ante los golpes que las fuerzas de seguridad han propinado recientemente al Clan del Golfo en departamentos como Bolívar, Antioquia, Córdoba, Chocó y Magdalena.
El Clan del Golfo, que se autodenomina como Ejército Gaitanista de Colombia es considerado el mayor cartel del país y uno de los principales productores de cocaína a nivel global, con una estructura de más de 7.500 integrantes. No es la primera vez que el grupo recurre a un "plan pistola": ya lo había hecho en 2022, tras la extradición a Estados Unidos de su entonces cabecilla, alias Otoniel.
Colombia atraviesa una nueva ola de violencia desde la firma del acuerdo de paz con las FARC en 2016, marcada por el fracaso de negociaciones con los grupos armados más poderosos del país.
Según datos del Ministerio de Defensa, desde el 15 de abril han muerto al menos 18 policías y 17 militares en ataques perpetrados por distintos grupos ilegales y disidentes.
Las conversaciones de paz no han avanzado con actores clave como el Ejército de Liberación Nacional (ELN), el Clan del Golfo y el Estado Mayor Central, la principal disidencia de las extintas FARC.
Con AFP
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