Una segunda ronda de negociaciones entre Irán y Estados Unidos sobre el rápido avance del programa nuclear de Teherán terminó este 19 de abril después de varias horas de conversaciones. Los dos países mantendrán nuevas conversaciones el próximo sábado, informó Irán.
Con agencias
No hubo un informe inmediato sobre cómo se desarrollaron las conversaciones en la embajada de Omán en el barrio de Camilluccia de Roma. Un convoy que transportaba al enviado estadounidense Steve Witkoff partió cuando la televisión estatal iraní anunció la conclusión de las conversaciones, y el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Abbas Araghchi, se fue unos minutos después. Araghchi informó luego que Irán y EEUU mantendrán nuevas conversaciones el próximo sábado.
"Atmósfera constructiva"
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores iraní, Esmail Baghaei, dijo a la televisión estatal iraní inmediatamente después de las negociaciones que Irán "continuará el camino de las conversaciones con seriedad" para ver levantadas las sanciones económicas paralizantes contra su país. "Irán continuará en la medida en que las conversaciones continúen de una manera constructiva y decidida", agregó.
Los funcionarios iraníes describieron las conversaciones como indirectas, como las del fin de semana pasado en Mascate, con el ministro de Relaciones Exteriores de Omán, Badr al-Busaidi, yendo de un lado a otro en diferentes habitaciones.
Las negociaciones se llevaron a cabo en una "atmósfera constructiva", informaron los medios iraníes, y duraron unas cuatro horas. "La atmósfera de estas conversaciones fue constructiva", dijo la televisión estatal, y agregó que se podrían mantener más discusiones "en los próximos días". La agencia de noticias Tasnim también describió una "atmósfera constructiva" en las conversaciones.
Presión estadounidense
El hecho de que las conversaciones se estén llevando a cabo representa un momento histórico, dadas las décadas de enemistad entre los dos países desde la Revolución Islámica de 1979 y la crisis de los rehenes de la Embajada de Estados Unidos.
El presidente Donald Trump, en su primer mandato, se retiró unilateralmente del acuerdo nuclear de Irán con las potencias mundiales, lo que desencadenó años de ataques y negociaciones que no lograron restaurar el acuerdo que limitaba drásticamente el enriquecimiento de uranio de Teherán a cambio del levantamiento de las sanciones económicas.
Las conversaciones se reanudaron después de las amenazas del presidente estadounidense, Donald Trump, de lanzar acciones militares contra Irán si no se llegaba a un acuerdo sobre su programa nuclear. "Estoy a favor de impedir que Irán, simplemente, tenga un arma nuclear", dijo Trump el viernes. "Quiero que Irán sea grande, próspero y fabuloso".
Irán "no está lejos"
Araghchi se reunió el sábado por la mañana con el ministro de Relaciones Exteriores italiano, Antonio Tajani, antes de las conversaciones con Witkoff. Rafael Mariano Grossi, jefe del Organismo Internacional de Energía Atómica, el organismo de control nuclear de las Naciones Unidas, también se reunió con Tajani el sábado.
La agencia de Grossi probablemente sería clave para verificar el cumplimiento por parte de Irán en caso de que se llegue a un acuerdo, como lo hizo con el acuerdo de 2015. Grossi, afirmó el jueves que Irán "no está lejos" de conseguir el arma nuclear. Teherán, sin embargo, asegura que su programa se desarrolla para fines civiles.
Tajani dijo que Italia estaba dispuesta "a facilitar la continuación de las conversaciones, incluso para las sesiones a nivel técnico". Un acuerdo diplomático "se construye pacientemente, día tras día, con diálogo y respeto mutuo", dijo en un comunicado.
Líneas rojas
Irán quiere limitar las negociaciones al programa nuclear y las sanciones. En este aspecto, descarta paralizar toda su actividad nuclear, una "línea roja" para ellos. Araqchi advirtió el viernes a Estados Unidos contra "las demandas irrazonables e irrealistas" después de que Witkoff reclamara a principios de semana el desmantelamiento total del programa.
Los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico de la República Islámica, excluyeron cualquier discusión sobre las capacidades militares y de defensa del país, con un programa balístico que inquieta a Occidente. La agencia de prensa oficial IRNA también situó como "línea roja" la influencia regional de Irán, que respalda a movimientos hostiles a Israel como el palestino Hamás, el libanés Hezbolá y los rebeldes hutíes de Yemen.
Antes del inicio de las conversaciones entre Washington y Teherán, Israel reafirmó su determinación a impedir que Irán se dote del arma nuclear.
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