“El afán del día no entra en conflicto con dedicar algunos minutos para mejor comprender dónde estamos y qué somos”.

La respuesta a la pregunta sobre dónde estamos se puede enfocar desde varias escalas: la ubicación de una residencia indicando la calle y su número; pero más preciso aun, indicar la urbanización a la que pertenece o la zona rural correspondiente, si es el caso. Aun más preciso seria indicar además el municipio y la provincia o sus equivalentes, ya dependiendo del país a que se refiera; para mayor precisión también el continente como gran región del planeta Tierra.

El dónde estamos no termina ahí. El planeta Tierra tiene una localización en el Sistema Solar que en cuanto a su proximidad al Sol en la sucesión es el tercer planeta después de Mercurio y Venus; después de la Tierra siguen Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.

Impresionante es saber que nuestro Sol cual estrella es solo una entre 200 mil a 400 mil millones de estrellas (¡?!) que pertenecen a una galaxia como estructura mayor, para el caso la Vía Láctea.

El diámetro de la Vía Láctea se estima en 105 mil 700 años-luz, lo que equivale a decir que para que la luz recorra de un extremo a otro ese diámetro con su velocidad de 300 mil kilómetros por segundo, requeriría de 105 mil 700 años.

La Vía Láctea es solo una de un grupo de galaxias del llamado Grupo Local y menor en tamaño que la galaxia Andrómeda la mayor de 40 galaxias de ese grupo.

Los Grupos de Galaxias son parte además de estructuras mayores llamadas Cúmulos que a su vez pertenecen a otras aún mayores llamadas Supercúmulos; hasta el momento se estima en 10 millones el total de supercúmulos.  La Vía Láctea pertenece a un supercúmulo llamado Laniakea junto  con otras aproximadamente  100 mil galaxias a su principal alcance.

Lo referido se trata de distribuciones observables de materia y luz, por lo que procede advertir que hay otros factores a ser considerados como la existencia de las llamadas materia y energía oscuras, a ser abordadas en otras entregas.

El dónde estamos conduce desde un profundo análisis y reflexión a valorar la vida, protegerla y tanto sentirla cuando acaba como tan inesperadamente puede ocurrir.  La vida de la cual hasta el momento no hay evidencia de su existencia fuera de la Tierra en ese tan vasto universo presentado en sus características y dimensiones fundamentales. Esa vida desde su ya maravillosa simple existencia hasta alcanzar esos tan impresionantes niveles de comprensión sobre el dónde estamos.

Ramón Morrison

Consultor en Desarrollo Organizacional

Profesor de ciencias de primaria, secundaria y universitario ya jubilado, con la misma pasión de entonces.

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