Recientemente en México, Francisco Cervantes Diaz, dirigente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), planteó la necesidad de legalizar a los migrantes en suelo azteca para así poder aprovechar la mano de obra que estos representan para el mercado laboral mexicano. A su juicio su capacitación aumentaría la empleomanía disponible para enfrentar la demanda laboral por el fenómeno nearshoring.

El dirigente empresarial emitió su criterio en el marco de la firma de un convenio de colaboración entre el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y el Instituto Federal de Telecomunicaciones Mexicano (IFT) encaminado a impulsar una agenda programática de transformación digital dentro del empresariado mexicano y que pondere las micro, pequeñas y medianas empresas comúnmente conocidas como (Mipymes).

En la actualidad, en el sector productivo mexicano existen entre 1.2-1.6 millones de vacantes que permanecen sin cubrirse aun a pesar de la presencia de cientos de miles de desocupados, según lo reveló un reporte elaborado por la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).  De acuerdo con un análisis cuatrimestral de dicha entidad, se indicó que en los primeros cuatro meses del 2023; los principales retos en el sector empresarial constituían: la dificultad que atraviesa el empresariado en lograr cubrir las vacantes, una escasez de trabajadores, falta de recursos para contratar personal calificado, y las trabas que se experimentan en las negociaciones salariales.

Para Cervantes Diaz, ante el potencial de inversiones que llegan no tan solo a México, sino también a los EE. UU., se requiere de un personal, mano de obra que hoy por hoy escasea en México, además que considera que de implementarse dicha política sería lo más humano.  Estima que, “a través de la colaboración entre el sector empresarial, instituciones educativas, organizaciones de la sociedad civil y las autoridades regulatorias podremos cerrar las brechas digitales, promover la adopción responsable de tecnología y construir un futuro próspero y equitativo” …

A su juicio, México se encuentra entre los primeros lugares en manufacturas y turismo a nivel global, cuenta con energía barata, se encuentra en una posición favorable ante las tensiones comerciales de Estados Unidos con China, y cuenta además con un atractivo impresionante para las inversiones por relocalización de las cadenas de suministro.

Guardando la distancia con la nación azteca, la propuesta del empresario Cervantes Diaz bien pudiera implementarse en nuestro país con los miles de nacionales haitianos y dominico-haitianos que en la actualidad se encuentran realizando labores en la informalidad laboral.  Siempre he sido partidario de la creación de un corredor económico fronterizo en donde el Estado dominicano, con ayuda financiera de Europa y EEUU, desarrolle un plan de construcción de viviendas, recintos universitarios, institutos de capacitación, parques industriales y hospitales próximos a la frontera en donde jóvenes haitianos y domínico-haitianos puedan capacitarse y las parturientas dar a luz (y retornar a Haití). De esta forma, la República Dominicana no tan solo aprovecharía el enorme potencial humano dotándolo de una preparación técnico-profesional, una mano de obra calificada, y miles de nuevos jóvenes y adultos preparados que contribuirían a la democratización de nuestro vecino Haití al suministrarle a la patria de Toussaint Louverture y Dessalines un personal técnico y profesional adiestrado para enrumbar a nuestros vecinos hacia un mejor porvenir.

Propuestas como las señaladas representan una oportunidad de fomentar el desarrollo y el comercio binacional para nuestro beneficio y el de los haitianos.  De concitar un compromiso de nuestros capitales con el capital haitiano ello pudiese atender las necesidades de la población migrante haitiana que habrá de contar con capacitación técnico profesional, trabajo asegurado y un mejor porvenir.   Actualmente, nuestro país cuenta con escaso personal en rubros tan vitales como puertos y mantenimiento de buques de transporte tomando en cuenta la cantidad de embarcaciones comerciales que arriban a nuestro territorio cada año.

Ojalá que nuestra humilde propuesta pueda ser tomada en cuenta por nuestro empresariado y en unión al empresariado haitiano y los gobiernos de turno dominicanos se puedan realizar las inversiones necesarias en infraestructura, de modo que en un tiempo prudente contemos con el capital humano necesario en todas las ramas de la actividad económica. Ello, una vez podamos sortear de una manera diáfana los trámites migratorios, fichado biométricos de quienes lo soliciten de modo que nuestro país se convierta en puente entre los nacionales, los recién llegados y las industrias que requieran la fuerza laboral para el desarrollo de sus empresas y con pleno respeto a los derechos humanos y laborales de la mano de obra nacional, como haitiana.