En la primera entrega de estos dos artículos, mencionaba lo dificultoso del mundo actual y no solo por la posibilidad de nuevos estallidos bélicos, sino por el desatendido impacto del cambio climático para muchas regiones del mundo y la alteración drástica de la temperatura en muchas regiones y sus consecuencias de fenómenos climáticos alterados y fuera del patrón convencional.

Vimos en ese anterior artículo, que la presión del intercambio comercial y la llegada del presidente Donald Trump al poder de los EUA, alteró las reglas de juego hasta el momento tenidas como válidas, del comercio de esta gran economía con el resto del mundo. El cambio de gobierno en Norteamérica rompió ese comercio y los aranceles fueron su mecanismo de presión para reordenar la economía con el coloso del norte.

No obstante, estos cambios no llenaron las especulaciones hacia una crisis financiera mundial, la caída de las bolsas de valores y una recesión, todo lo cual no deja de ser preocupante en el aspecto económico internacional.

Sin embargo, en nuestro comentario anterior incluimos la posibilidad de estallidos de conflictos bélicos en algunas partes del mundo y hasta la posibilidad de un conflicto regional, más que mundial.

Efectivamente que nuestros pronósticos con relación al incremento de conflictos militares no se hicieron esperar y saliendo la primera entrega de estos dos artículos estalló el conflicto entre Irán e Israel, complicando el panorama internacional, ya afectado con la guerra de Rusia y Ucrania.

Sin embargo, esta escalada del viejo conflicto entre Israel e Irán, se produjo sorpresivamente, debido a que, si bien se buscaba por parte de la administración Trump,  atenuar la guerra de Rusia y Ucrania, el breve, pero peligroso conflicto entre la India y el Pakistán y el tema de Gaza y los palestinos, lo de Irán-Israel nos tomó de sorpresa, sobre todo la decisión de Israel de atacar áreas y zonas militares relacionadas a la producción y procesamiento de uranio en territorio iraní, y que el estado israelí denunciaba como un hecho inminente el ataque con armas de destrucción masiva en Israel por parte de Irán, para lo cual su acción era una reacción a lo que ya se tenía como algo evidente: la producción de una bomba o varias bombas nucleares por parte del gobierno de los Ayatolas iraníes.

De alto riesgo para la estabilidad del mundo fue este conflicto militar que por suerte y aunque con mucha fragilidad, apenas duró 12 días. Creo de mi lado que, el hecho de hablar de un nuevo sitio o búnker en Irán con posibilidades de existencia de bombas nucleares despierta de nuevo las angustias hacia un nuevo recrudecimiento de este conflicto que sería de consecuencias funestas en esa región y podría implicar impactos en otras zonas y en el precio del petróleo.

Israel se apoyó en una alta tecnología militar siendo sus focos de atención los sitios de alta seguridad y las cúpulas de poder; de su lado, Irán, mostrando un gran poderío militar, sobre todo con los misiles balísticos de gran velocidad y alto poder destructivo, mantuvo una constante de ataques hacia varias ciudades de Israel, mientras que Israel se ocupaba de destruir las bases y laboratorios de producción de uranio, que se encontraban en subterráneos.

Fue visible la poca respuesta terrestre de los radares y contraofensiva de Irán hacia los constantes bombardeos de Israel y ambos países se respondían los ataques sin esperanza de un descenso del conflicto.

Otro factor de análisis sería la caída del régimen de los ayatolas o su recomposición, lo cual tendría dos caminos, o se radicaliza un ala política del gobierno o se logra una mediación a través de un liderato moderado que evite sigan las confrontaciones, lo cual ya es un tema interno de Irán, posiblemente agitado desde fuera.

Finalmente, EUA y su presidente, asumen inicialmente con tibieza una postura del lado de Israel, y luego se involucra en la destrucción de tres túneles considerados depósitos y laboratorios de producción de armas nucleares, y hoy se discute qué tan efectivo pudo haber sido la destrucción por parte de los esfuerzos entre Israel y los EUA. A pesar de todo, aun pudiera hablarse del peligro iraní y la posibilidad de que pueda, en un momento, armarse de bombas nucleares, sus resultados aún quedan por verse. Esperemos a ver con el tiempo cuál será la última parte de esta historia.

Al mismo tiempo se activaron otros ruidos como el de Taiwán con China, el de la Franja de Gaza, que cada vez sigue enmarañado, agitaciones políticas en algunos países de Europa, avance de las ideas conservadores en las últimas elecciones del viejo Continente y otros pequeños y complejos temas como el del Líbano, Siria o los rebeldes del Yemen.

Como vemos, todo sigue con fragilidad, con una agenda tensa, con amenazas del cambio climático cada vez más creciente, así como el rejuego del presidente Donald Trump, respecto al intercambio comercial internacional y su desafiante política migratoria.

Lo cierto es que el mundo juega a una reestructuración y recomposición de fuerzas, con nuevos protagonistas y diversos actores que crean mayor y preocupante incertidumbre.

Carlos Andújar Persinal

Sociólogo

Sociólogo, profesor de la UASD. Miembro de la Academia de Ciencias de la República Dominicana y de la Academia Dominicana de la Historia. Premio Nacional de Ensayo 2010. Ex Director del Museo del Hombre Dominicano y del instituto Dominicano de Investigaciones Antropológicas UASD. Fue Coordinador de Programas Culturales del Centro León. Actualmente es el Director General de Museos del Ministerio de Cultura. Publicaciones: Presencia negra en Santo Domingo, Identidad cultural y religiosidad popular, Por el sendero de la palabra, Meditaciones de cultura, Diálogos cruzados con la dominicanidad, Apuntes antropológicos, Temas del Caribe y otros escritos, De cultura y sociedad, Oníricas de amor y desamor, Encuentros y desencuentros de la cultura dominicana, La cultura y la sociedad dominicana.

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