Los organizadores de la Feria Internacional del Libro de Santo Domingo habían coordinado la visita de un ganador del Premio Nobel de Literatura que habla muy bien español: Jean-Marie Gustave Le Clézio. Descendiente de una familia bretona (noroeste de Francia) que migró en época de la Revolución Francesa, extrañamente él siente a su padre como más cercano a la cultura británica que a la francesa. Dentro de América Latina ha tenido relaciones estrechas sobre todo con México y Panamá, pero su universo es más grande puesto que está casado con una mujer norafricana y conoce bien otras sociedades.

En Niza (ciudad costera del sur de Francia) donde vivió sus primeros ocho años de vida leyó, entre otros, “El lazarillo de Tormes” y “El Quijote” para luego pasar años en ciudades con población mayoritariamente negra.  En otras palabras, este autor puede ser considerado como un caribeño más:  la tierra donde tiene más arraigo es frente al mar, además del español, habla muy bien el francés y el inglés (y otras lenguas) y está en el intersticio de numerosas culturas. Podría decirse que él es un Nicolás Guillén de piel más clara y con mayor reconocimiento internacional.  Sospecho que también con mayor cantidad de páginas pasadas a la izquierda. En uno de sus más recientes libros, “Identidad nómada”, menciona de pasada sus impresiones sobre las lecturas de sesenta y ocho autores.  Su larga vida, además, le ha permitido ser testigo a veces presencial pero siempre temporal de la Segunda Guerra Mundial, la guerra de independencia de Argelia, la pérdida de fuerza del imperio británico, la totalidad de la Guerra Fría y ahora el reverdecimiento de los nacionalismos en Europa y en los Estados Unidos.

Hace casi veinte años (en el 2008) se le otorgó el premio Nóbel de Literatura por ser “el escritor de la ruptura, de la aventura poética y de la sensualidad extasiada, investigador de una humanidad fuera y debajo de la civilización reinante”.  En efecto, su obra escrita resalta la presencia de diferencias herencias culturales y, usando un idioma y unas casas editoriales occidentales, relativiza la preeminencia de esta tradición.  Al respecto tiene frases muy críticas.  En “El africano”, el libro donde más habla de su padre, nacido en la Isla Mauricio y exilado a Inglaterra como consecuencia de la Primera Guerra Mundial,  hace mención a cómo algunos descendientes de blancos en el África Occidental Británica caían en “el engorroso colonialismo, las ridículas payasadas de la sociedad blanca expatriada en la costa, …,el desdén por los nativos a quienes solo conocían la facción de sirvientes dedicados a complacer los caprichos de los hijos de sus amos … Gracias a Dios puedo decir que todo eso es completamente extraño para mí".

Lamentablemente, hace pocos días, por razones de salud esta participación fue anulada. Una gran pérdida en lo interpersonal porque todos sus aportes nos ofrecen una perspectiva desde dos orillas. Sirvan estas palabras como invitación a leer su obra.

Jeanne Marion Landais

psicóloga y escritora

Jeanne Marion-Landais cuenta con una experiencia profesional importante en el mundo financiero y diplomático. Ha vivido en Estados Unidos, Francia y República Dominicana y su mirada al mundo está permeada por sus vivencias en estos países. A título voluntario colabora desde el 2014 con El Arca, asociación en torno a la discapacidad intelectual. Es madre de dos hijos.

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