Un sistema constructivo para un edificio de cero emisiones, conforme al Código Técnico de la Edificación (CTE), en España debe cumplir con los siguientes principios fundamentales, partiendo de que un edificio cero emisiones bajo el CTE debe minimizar la demanda energética con estrategias pasivas y activas, emplear energías renovables y sistemas eficientes, usar materiales de bajo impacto ambiental – sería lo suyo-  y optimizar la gestión del agua.

Reducción de la demanda energética

 Según el Documento Básico de Ahorro de Energía (DB-HE) del CTE, el edificio debe minimizar su demanda energética a través de la envolvente térmica eficiente, valiéndose de aislamiento térmico de alto rendimiento en fachadas, cubiertas y suelos (transmitancia térmica baja, carpinterías con vidrios de baja emisividad y rotura de puente térmico, hermeticidad para evitar infiltraciones no deseadas. Además haría falta establecer líneas clara para un Diseño/Estrategias pasivas, tales como una orientación óptima para aprovechar la radiación solar en invierno y minimizar el sobrecalentamiento en verano; el uso de protecciones solares (voladizos, lamas, vegetación) y la ventilación cruzada para mejorar la refrigeración natural.

Uso de energías renovables e instalaciones muy eficientes

Para lograr un edificio de consumo de energía casi nulo (nZEB) y cero emisiones, la energía utilizada debe provenir de fuentes renovables tales como paneles solares fotovoltaicos, solar térmica, sistemas de aerotermia o geotermia para calefacción, refrigeración y ACS y el uso de biomasa en sistemas de calefacción,  si es necesario.

Al referirnos a instalaciones muy eficientes, no podemos dejar de acudir a la idea de la implementación de, iluminación LED con sensores de presencia y regulación lumínica, sistemas de climatización de alta eficiencia, como bombas de calor y recuperadores de calor en la ventilación mecánica controlada.

Uso de materiales sostenibles y gestión eficiente del agua

 A título personal, entendemos que un edificio cero emisiones, también debe ser sostenible por la parte de los materiales que implemente y que tengan una baja huella de carbono: se pude hacer referencia a varios, entre ellos la madera certificada, un hormigón con menor impacto ambiental o aislamientos ecológicos (corcho, lana de oveja, celulosa). También las estrategias afines a la construcción modular o prefabricada pueden ser un excelente aliado para reducir huella de carbono.

En cuanto a la gestión eficiente del agua, siempre es recomendable la captación y reutilización de aguas pluviales, la instalación de griferías de bajo consumo, los sistemas de riego eficientes en las zonas verdes, entre otros sistemas…

Seguiremos con el tema.

Juan C. Sánchez González

Arquitecto

Doctor Arquitecto. Especialista en Arquitectura Bioclimática y Eficiencia Energética en la Edificación.

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