Hay mujeres que ensimisman. Lucía Topolansky (“La Tronca”) es una de ellas. Quien fuera senadora, vicepresidenta de Uruguay y, por lo que es más conocida, viuda de Pepe Mujica, trasciende más allá. Militante y líder reconocida de izquierda, sufrió en carne propia la persecución política y el encarcelamiento.
De hecho, fue parte de una de las fugas carcelarias de mujeres más impresionantes, la “Operación Estrella”. En 1971, con solo 27 años, es procesada por asociación de malhechores y atentado a la Constitución en grado de conspiración. Meses después, con otras 38 compañeras, escapa de la cárcel de Cabildo a través de un túnel cavado al efecto. A las autoridades les tomó 3 meses descubrir cómo se había llevado a cabo el complot.
Volvió a ser arrestada en 1972, pasando 13 años privada de su libertad y en condiciones de violencia, ya durante la dictadura militar, víctima de tortura física y psicológica. Uruguay, como se sabe, estuvo en el Plan Cóndor, dejando un saldo de desaparecidos de cerca de 200 personas.
Igual que tanta juventud de su época, no solo en Uruguay sino en la región, se unió al grupo de izquierda radical Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T) en 1967. Sobre su experiencia, narra: “la primera tarea que me tocó hacer fue falsificar documentación; era muy buena falsificando, siempre supe engañar al enemigo”.
Con la Ley de Amnistía, recupera la libertad en 1985, militando de manera ininterrumpida hasta el día de hoy. Fungió de senadora de 2010 a 2015, cuando su esposo era presidente, siendo la única vez que alguien le toma juramento ante el Congreso a su propia pareja, lugar donde lo despidió junto a miles de personas.
Como si esta dilatada trayectoria fuera poca, tras la renuncia del vicepresidente Raúl Sendic, por denuncias de corrupción, asume en 2017 como la primera mujer vicepresidenta de la historia de Uruguay, llegando a ser presidenta interina en varias ocasiones.
Ella sigue activa en la dirección política del Movimiento de Participación Popular, la organización que ayudó a formar y que está vinculada al Frente Amplio. Nunca se ha identificado como feminista, aunque su convicción y acciones hablan por la causa.
“Voy a militar hasta el último día de mi vida”.
Compartir esta nota