El Presidente Luis Abinader devolvió de jonrón con un “esos préstamos estaban en el presupuesto” el nuevo sofoque de temporada por unos que fueron aprobados a las tres de la madrugada. Una acción que cuadra perfectamente con la estructura típica de los comentarios rasga vestiduras: “Aprovecharon que el foco de atención estaba en …… para seguir con la espiral de endeudamiento en que tienen al país.”
Llevo años explicando que después que se aprueba la Ley de Presupuesto hay poco de novedad en las noticias sobre las aprobaciones individuales que se dan para las emisiones de bonos o las contrataciones de nuevos préstamos. Esto porque parte integral del presupuesto es el plan de financiamiento con que se cubrirá el déficit fiscal, las amortizaciones de la deuda contratada y otras aplicaciones financieras.
Cada informe trimestral sobre la situación de la deuda pública que se remite al Congreso Nacional empieza recordando el monto de financiamiento interno y externo que fue aprobado. En el más reciente, junio 2025, tenemos que: “En el “Presupuesto General del Estado” para el 2025, se estipuló un financiamiento neto máximo de RD$350,990.4 millones (US$5,561.6 millones)”.
Ese monto se desglosa por fuente de financiamiento (externo e interno), se detallan las aplicaciones financieras y las partidas del servicio de la deuda.
Este plan de financiamiento del 2025 se somete teniendo en cuenta que la Constitución ordena que sea compatible con la capacidad de pago del Estado en un horizonte de mediano plazo. No se trata de pagar lo que vence el próximo año, es que el servicio pase la prueba de los modelos de sostenibilidad de deuda que tienen Hacienda, Economía y el Banco Central.
De manera que cuando a los congresistas le llega la oportunidad de aprobar préstamos o bonos durante al año el procedimiento es rutinario: un cotejo de cómo van las aprobaciones; un vistazo a las condiciones de tasas y plazos para ver si varían con los promedios del último informe trimestral y, en caso de alguna inquietud, desde la promulgación de la Ley de Crédito Público el número para consulta puntual es el mismo. Recordemos que la Dirección General de Crédito Público es la que tiene el control absoluto de la contratación de deuda, ya no hay, como en el pasado, que pedir explicaciones a ministros que autorizaba el Poder Ejecutivo para hacer gestiones de deuda.
El debate duro sobre la deuda hay que tenerlo cuando llega el libraco del presupuesto al Congreso. Los diputados y senadores de todos los partidos no pasan mucho tiempo en eso porque su preocupación principal es con la parte del gasto público que va a sus demarcaciones. También es ese el momento oportuno para opinar porque se aprueba el plan de financiamiento, hacerlo más tarde cuando se empiecen a conocer contratos de deuda ya contemplada en el plan tiene menos sentido.
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