En 1967 se celebró en Punta del Este, Uruguay, una emblemática reunión continental que tenía como propósito abordar los fundamentos y los objetivos de la llamada “Alianza para el Progreso”, concebida por el presidente Kennedy para estimular el desarrollo económico y la convivencia democrática en Latinoamérica y el Caribe.

La Alianza para el Progreso se implementaría con la creación de la Agencia para el Desarrollo Internacional USAID, recientemente suprimida por el presidente Trump. Además, la Alianza contempló la creación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para suplir recursos financieros a todos nuestros países bajo condiciones preferenciales en cuanto a tasas de interés y plazos de amortización para todos los préstamos destinados a crear la necesaria
infraestructura en nuestros países.

Sin ninguna duda el personaje estelar en la sesión inaugural de ese cónclave fue Balaguer  quien, sin la ayuda de textos escritos ni de telepromter, pronunció un discurso que dejó ensimismados a todos los participantes, pues Balaguer demostró ante la audiencia su enciclopédico conocimiento de la historia de América, destacando el rol preponderante jugado por nuestro país en la evolución del continente desde el momento en que Colón llegó a nuestras tierras.

Dentro de la asistentes a esa reunión se encontraban Ernesto Guevara, representando a Cuba, y Lyndon B. Johnson, presidente de Estados Unidos, quien prometió a Balaguer que Estados Unidos influiría positivamente para que el BID ofreciera oportunamente el financiamiento para construir la Presa de Tavera. Esa promesa fue materializada prontamente lo que permitió que el país contara rápidamente con esa infraestructura hidroeléctrica que influyó
grandemente en el desarrollo Económico-Social de nuestro país.

En Punta del Este, Ernesto Guevara proclamó que su país, Cuba, iba a lograr en tan sólo dos años los objetivos que la Alianza planteaba que lograrían en 10 años los otros países de Latinoamérica y del Caribe.

Obviamente después de seis décadas la situación económica de Cuba ha decrecido en lugar de crecer, lo cual prueba que lo proclamado por Guevara en Punta del Este no tenía fundamento y que, en cambio, otros países continentales han logrado un desarrollo económico-social muy notorio mientras Cuba ha tenido un decrecimiento permanentemente.

Vale decir que el desarrollo de otros países del continente y del Caribe no ha dependido exclusivamente de aplicar la Alianza para el Progreso, pero en verdad ha dependido de su evolución democrática dando oportunidad a que las fuerzas del sector privado hayan tenido
oportunidad de unirse a los esfuerzos del sector público creando sociedades de ingreso mediano con vocación de alcanzar un nivel de ingreso alto en las próximas décadas.

No puede dejar de mencionarse que nuestro país se ha distinguido por ser el que ha tenido mayores tasas de crecimiento de manera sostenida en los últimos años dentro de todos los países de América Latina. Uniendo a sus logros de evolución económica el hecho de avanzar con una baja inflación y con una moneda propia, como el peso dominicano (DOP), que no ha sufrido grandes pérdidas con respecto al dólar estadounidense.

Vale resaltar que nuestros avances económicos han tenido como fundamentos el notorio desarrollo del sector turístico y de zonas francas industriales con exportaciones a Estados Unidos libres de aranceles.

Antes de concluir debe enfatizarse el hecho que bajo el comunismo, de economía centralizada por el Estado, Cuba ha sufrido una constante emigración de sus pobladores. En este éxodo se han marchado al extranjero los cubanos mejor preparados que hubieran podido mejorar notablemente el desarrollo económico de Cuba.

Tanto es así que un cubano exiliado en Estados Unidos, Goizueta, alcanzó la prestigiosa posición de ser presidente de una compañía que es marca país de Estados Unidos como lo es la Coca Cola.

En ese mismo sentido, otro cubano exiliado en Estados Unidos, Marco Rubio, quien ha  podido escalar hasta el puesto de secretario de Estado de Estados Unidos teniendo bajo su responsabilidad el manejo de las relaciones exteriores de ese gran país que lo acogió.

Eulogio Santaella

Ingeniero

Ingeniero. Fue administrador del Consejo Estatal del Azúcar y embajador en Washington. Profesor universitario. Empresario.

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