Porque: “No te preocupes por lo que otros piensen; preocúpate por ser íntegro”

Aquellos que aman la soledad
son aquellos que han pagado
caro la compañía.
R. Gutiérrez.

Lamento si muchos de mis “amigos” se han alejado y otros tantos continúan haciéndolo por igual, debido a las cosas que expongo tanto por estos medios como personalmente. Lamentablemente, es lo que siempre he pensado, creído y hecho. El gran problema es que lo mejor de mí lo di dentro de las Fuerzas Armadas, aunque seguro estoy que, de haber sido en el área civil, hubiese hecho lo mismo.

No solo son las Fuerzas Armadas o la Policía Nacional que se han dejado llevar por el avasallamiento criminal de una propaganda o publicidad perversa, que se basa más en la forma que en la funcionabilidad de las cosas; en la apariencia más que en la acción; en lo momentáneo más que lo perdurable; en la falsedad más que en la realidad, más bien, es una pandemia que acosa a todo el mundo, principalmente, dirigiendo el hacer a lo más fácil y donde campea la irresponsabilidad dentro de absurdos derechos con cero obligaciones.

Quizás esto forme parte de una creencia o vivencia forjada en base a sacrificios que han endurecido en mi un conocimiento tan fuerte como el acero y sustentado en hechos y experiencias, muchas de ellas que nunca han salido y espero no salgan a la luz, todo con la finalidad de no dañar “honras”, que, con el tiempo, pareciese ser que se han purificado, aunque convencido de que esto no es así, ya que, como dice el refrán aquel de que perro huevero, aunque le quemen el hocico lo vuelve a hacer. Por esas y otras tantas razones es que he preferido seguir el consejo que supuestamente expresó un Samuray: Cuando te enfrentes a diez mil hombres, luchas con ellos uno a uno, empezando por los más peligrosos.

Reitero que, por ese decir, creer y hacer, es que lamento si muchos de mis “amigos”, militares, policías y civiles se han alejado y continúan haciéndolo por las cosas que aquí y personalmente expongo, pero, lamentablemente es lo que pienso, escribo, hablo y no me queda de otra que decirles, si se han o quieren irse, ¡que les vaya bonito! Porque, en cuanto a mí, me molesta y entristece cada vez que los organismos llamados a ejercer el monopolio de la violencia se ven comprometidos en su institucionalidad, no desde ahora si no desde hace un largo tiempo, que se hace algo indebido y, en vez de corregirlo, el mal se incrementa cada día más.

Podríamos comenzar hablando de los mal llamados Juegos Militares, los cuales fueron desnaturalizados en sus primeros años con el ingreso abusivo y corrupto de faranduleros y atletas civiles, solo para complacer egos. Esos juegos fueron creados para que los militares compitiesen entre sí, sin dejar de lado su naturaleza como tales, pero nadie le ha querido poner el cascabel al gato. En tanto esto sucede, atletas profesionales son los que compiten con noveles militares y policías, lo que significa medallas y rangos al granel donde cada ascenso constituye un estigma para los reales militares y policías que, claro, no pueden decir ni pío.

Continuaré con esto, ya que mi mediana inteligencia y mi férrea voluntad me lo imponen y soy lo que soy, no lo que algunos indebidos quieran o deseen, ya que la falta de institucionalidad en estos organismos, juntamente con la debacle de las once instituciones vinculadas al transporte y su inoperancia, son los que nos tienen -literalmente-, a coger el monte. ¡Sí señor!

Rafael R. Ramírez Ferreira

General retirado

Mayor General ® E. N. Nacido en Sto Dgo, D.N., Estado civil: Soltero Tres Hijos: Ramfis Rafael; Rissel y Ramsés Funciones desempeñadas: Director General de entrenamiento; Director del J-2, Inteligencia de las FF.AA; Rector del Instituto Especializado de estudios superiores; Presidencia de la Comisión Permanente de Reforma de las FF.AA. Presidente de la Junta de Retiro, FF.AA Vice-ministro de las FF.AA. Inspector General de las FF.A.A Presidente del Consejo Académico Superior de Educación Presidente de la Dirección Nacional de Drogas (DNCD) En la actualidad Asesor Sobre operaciones y estrategia.

Ver más