La República Dominicana ha protagonizado importantes avances en materia de desarrollo social en las últimas décadas que demuestran un proceso continuo de fortalecimiento institucional y una voluntad política de avanzar en esta dirección.

Estos avances transcurren de forma simultánea a una etapa de marcado y sostenido crecimiento económico. Ambos factores determinan condiciones únicas para este país en el contexto regional y generan una ventana de oportunidad histórica para avanzar hacia el desarrollo social inclusivo, es decir, una sociedad libre de pobreza, que permita el pleno desarrollo de las capacidades de las personas y la reducción sostenida de las desigualdades, en un contexto económico y social dinámico y sostenible.

La República Dominicana ha logrado reducir los niveles de pobreza en más de 32 puntos porcentuales en dos décadas, desde 50% en 2004, cuando alcanzó su tasa más alta, a 18,2% en 2023. Ese último año, la pobreza extrema alcanzó 4,9%. Esta evolución refleja un proceso acumulado de fortalecimiento de la institucionalidad social y programas estratégicos, los que, junto con mejores condiciones del mercado laboral, explican este resultado.

La trayectoria de crecimiento económico de la República Dominicana en los últimos 25 años ha sido excepcional, sostenida y casi cinco veces superior al promedio regional. La ventana de oportunidad que se abre dada esta senda de expansión económica y estabilidad macroeconómica genera un momento único, entre otros factores, para fortalecer el sistema de protección social y avanzar en los desafíos que persisten con sostenibilidad financiera. Ello permitiría consolidar la capacidad productiva que ha sustentado este crecimiento y avanzar hacia el desarrollo social inclusivo.

El mercado laboral también muestra un mejor desempeño que el promedio regional. En el primer trimestre de 2025, la tasa de participación laboral alcanzó el 66%, un valor superior al promedio regional (62,6%). Por su parte, la tasa de ocupación aumentó de 57,6% en 2015 a 62,8% en 2025, mientras que la tasa de desocupación pasó de 7,5% al 4,9% en el mismo período.

Estas 387 palabras de las ideas que comparto hoy, han sido tomadas de un documento de la Comisión Económica Para América Latina (CEPAL), publicado hace pocos días, sobre la República Dominicana titulado: “Fortalecer la protección social para erradicar la pobreza y avanzar hacia el desarrollo social inclusivo en la República Dominicana”, resultado de un estudio realizado por Nincen Figueroa, Andrea Palma, Andrés Espejo, Claudia Robles e Ignacia Abufhele.

He reproducido estos párrafos tomados de la presentación de ese informe, para insistir con una cita más, en mi reclamo a los políticos y opinadores, de todo el espectro nacional, sobre la enfermiza e irresponsable actitud negativa, que tratar de apocar nuestros avances sociales, económicos y políticos. Que busca negar el lo que hemos logrado como sociedad y nos coloca en los primeros lugares en la región.

Preocupa y apena que no podemos apreciar, valorar y asumir nuestros avances como un impulso para seguir mejorando y solo -por una mezquindad absurda- insistamos en que siempre retrocedemos. Según ese enfoque, aquí nadie tiene méritos, éxitos, logros. Nunca mejoramos, siempre vamos como el cangrejo. ¡Qué pena! A pesar de esos mezquinos siempre avanzamos.

Manuel Quiterio Cedeño

Periodista

Periodista. Director del Centro de Información y Comunicación (CICOM). Trabaja y asesora en el área turística, y dirige la revista especializada RT.

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