Los dos pioneros más conocidos y exitosos en la fabricación de vehículos son Carl Benz, que fue el primero en incluir en los vehículos el motor de combustión interna de dos ciclos, o sea del ciclo Otto llamado motor Diesel. Por su parte, Henry Ford, hijo de padres irlandeses agricultores, siempre tuvo vocación por los asuntos mecánicos y construyó un vehículo automotriz, a pesar de que no tenía muchos recursos económicos. Ford tenía la ilusión de construir un equipo que sustituyera el uso del caballo en labores agrícolas y en el transporte de los seres humanos. Poniendo en práctica su vocación por los asuntos mecánicos, fabricó un carro que fue evolucionando hasta lograr la fabricación del “Modelo T para que sirviera a las familias norteamericanas para viajar recreativamente contemplando las amplias y hermosas praderas de su país.

Desde el principio, Ford tuvo la obsesión de producir  un vehículo que fuera accesible a la mayoría de los estadounidenses y para cumplir con ese propósito aplicó en su fabricación novedosas técnicas de producción, como su innovadora cadena de montaje mediante la cual logró eficiencias productivas que generaban grandes reducciones en los costos de producción a partir de los cuales diseñó y construyó el Ford Modelo T para que pudiera venderse a un precio tan bajo cuya adquisición estuviera al alcance hasta de los propios trabajadores de su fabrica. Por tanto, para lograr ese fin entendió que era necesario que la mayoría de los norteamericanos de menos ingresos, como sus propios trabajadores, pudiesen disponer de medios adquisitivos que le permitiesen dedicar  recursos para comprar ese Modelo T. Con este fin, entendió que sus trabajadores debían ganar un salario que se lo permitiera adquirir para disfrutar de tiempo libre para recrearse junto con su familia viajando a través de todo el país. Consecuentemente entendió que el éxito de su fábrica dependía de que hubiese una demanda para los vehículos que él fabricaba y, cumpliendo con tales criterios, aumentó significativamente el salario de sus obreros (prácticamente duplicándolo) para que también ellos dispusieran de recursos para comprar su propio vehículo. Adicionalmente, Ford redujo la jornada laboral para que en su fábrica solo se trabajara de lunes a jueves, de modo que el viernes y el sábado de cada semana fueran no laborables para que así durante ese nuevo tiempo libre los trabajadores dispusieran libremente de esos dos días para poder viajar sin limites durante ese periodo por todo el país, conjuntamente con sus familiares usando el vehículo que pudieran comprar con sus nuevos altos salarios.

Es decir, muy tempranamente Henry Ford puso en práctica lo que hoy se llamaría “demanda inducida” y, además, implementó la jornada laboral reducida que hoy es reclamada por algunos grupos laborales organizados como una pretendida conquista para su clase.

En adición a esas decisiones socioeconómicas, Ford fue el pionero en aplicar técnicas de eficiencia para optimizar la producción de su vehículo usando la llamada  “Cadena de Montaje”, en la que el trabajador se concentraba realizando una sola tarea, especializándose en ella sin necesidad de moverse para ejecutar su labor. Es decir, que en la producción los trabajadores no perdían ni tiempo ni esfuerzo moviéndose para ejecutar su labor.

Resalto nuevamente que mediante la introducción de la innovadora Cadena de Montaje fue lo que le posibilitó a  Ford producir el Modelo T a un bajo costo y, por vía de consecuencia, poder venderlo a un precio asequible tanto a la fuerza laboral de su propia empresa como a todos trabajadores del país. Ese esquema, pocas veces replicado, merece que se enfatice encomiásticamente y que se repita cada vez que se aborda cualquier escrito o conferencia verbal que se refiera a los revolucionarios logros económico-sociales implementados por Ford como consecuencia de mejorías en sus talleres de manufactura, puesto que, sin lugar a dudas, la Cadena de Montaje representó la aplicación práctica de la teoría de “Administración Científica de Frederick Taylor  la cual, bajo el nombre de “Producción en Línea” fue asimilada en la práctica por todas las industrias del mundo contemporáneo.

Eulogio Santaella

Ingeniero

Ingeniero. Fue administrador del Consejo Estatal del Azúcar y embajador en Washington. Profesor universitario. Empresario.

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