A mi querido amigo Juan Byron

Pensar el ensayo es un taller que he ofrecido por dos años consecutivos (2024, 2025) bajo los auspicios de la Editorial Universitaria Bonó, la Embajada de España en República Dominicana, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), Cooperación Española en Cultura en Santo Domingo y el Centro Cultural de España. El taller es gratuito y dirigido a estudiantes de humanidades y a todas las personas interesadas en mejorar sus habilidades de escritura y argumentación. Este año, la solicitud de inscripciones para participar en el taller sobrepasó las expectativas.

El taller se imparte dos veces a la semana y tiene una duración de 12 horas, divididas en 6 sesiones de 2 horas. Los objetivos son los siguientes: Comprender las características del ensayo literario, analizar la estructura y los elementos clave del ensayo (tesis, argumentación, estilo), elaborar hipótesis de ensayos, analizar las argumentaciones de tesis, desarrollar la capacidad crítica y creativa para escribir ensayos bien estructurados, y examinar el uso de la Inteligencia Artificial (IA) en la redacción del ensayo.

Dos aspectos de crucial importancia que trabajamos en el taller han sido la formulación de hipótesis y la argumentación de la tesis. Se enfatiza la distinción entre tema y tesis. Por ejemplo, no basta con plantear que vas a escribir sobre el tema “Los ajolotes son salamandras mexicanas”. Si nos preguntamos “¿Por qué son tan importantes los ajolotes para que varios escritores hayan escrito poemas, cuentos, novelas, crítica, etc.? La respuesta a esta pregunta será la hipótesis de trabajo: “Los ajolotes son un emblema de la cultura mexicana”. Al plantear una hipótesis, lo hacemos muchas veces a partir de un conocimiento previo. Pero si no existe un conocimiento previo, lo que denomino “el grado cero de la enciclopedia”, entonces, se hace necesario construir esa enciclopedia a través de una búsqueda activa de datos (el conocimiento es siempre proactivo). Sólo después del acopio de información, será posible formular una hipótesis de trabajo viable.

Durante dos sesiones de clases examinamos con mucha atención las falacias o fallas lógicas. Una de las más comunes es la Falacia de la Generalización. Una frase como “Se ha escrito sobre el chocolate en toda en la literatura del mundo” es un razonamiento incorrecto, producto de una exagerada generalización. Asimismo, no se debe confundir el tema de investigación con la hipótesis. “El chocolate en la literatura” no es una hipótesis, sino un tema de investigación muy vago y general, porque implica investigar el chocolate en la literatura de todos los países del mundo del paso, del presente y del futuro. También muy común en la cultura dominicana es la Falacia ad Hominem, que consiste en tratar de refutar una idea, profiriendo insultos contra el individuo que detenta dicha idea: “Eso no es cierto, porque eres un loco viejo”, por ejemplo. De las decenas de falacias que existen, sólo examinamos unas 20, entre las más frecuentes.

Otro espacio importante en el taller lo ocupa la construcción del marco teórico, conceptual o referencial. Se enfatiza la diferencia entre información y conocimiento, por una parte, y entre opinión y argumentación, por otra. La información consiste en datos recopilados y el conocimiento, en la reflexión, el análisis y la interpretación de esos datos. Por otra parte, la opinión es una aseveración sin fundamentos, posiblemente una falacia, acerca de algo. La argumentación, por el contrario, es una conceptualización acerca de un objeto de estudio. En centros educativos dominicanos, es muy común encontrar monografías y tesis monográficas que consisten sólo en la descripción, narración de datos y en opiniones vertidas acerca de estos. No es sino a través de la conceptualización y la articulación de diversas teorías que se logra construir un marco referencial para el descubrimiento de un “conocimiento muevo”.

Allá en mis años mozos, cuando cursaba la carrera de letras en la UASD, tomé un curso de redacción con el profesor Alberto Malagón, campeón de ajedrez y primer profesor en enseñar la gramática generativa transformacional de Noam Chomsky. El primer día de clases, el profesor Malagón nos dijo: “No se preocupen por aprender a escribir, porque el que no piensa bien, no puede escribir bien”. Fue la primera vez que escuché acerca de la relación entre pensamiento y lenguaje. Por supuesto, si creyera en la sentencia del profesor Malagón, no me habría dedicado a la docencia por más de 40 años, ni estaría enseñando este taller sobre el ensayo. La sesión de redacción en este taller es breve y esquemática, debido a la falta de tiempo. Analizamos los párrafos de dos ensayos, uno fallido y el otro, excelente. Estudiamos la estructura del párrafo, los diferentes tipos de desarrollo del párrafo, los conectores entre oraciones y entre párrafos, para evitar transiciones bruscas. Finalmente, se recalca que los problemas del pensamiento están estrechamente vinculados a los problemas del lenguaje, pero que en ambos hay un proceso de aprendizaje y que se puede aprender a pensar y a escribir.

El mayor reto que nos presenta este taller lo constituye el módulo sobre “El ensayo y la Inteligencia Artificial (IA)” que desbordó las emociones de los participantes. Como punto de partida propuse que no debemos rechazar esta nueva tecnología que viene a reemplazar al erudito (pienso en Emilio Rodríguez Demorizi). En mi universidad, Colorado State University, ya se ha reglamentado el uso de la IA por parte de los estudiantes. También, la Asociacion de Lenguas Modernas (MLA) ya presentó la forma de citar la IA. Para el debate les presenté a los participantes la pregunta de Carlos A. Sabino, en su libro El proceso de investigación, ¿puede haber un conocimiento sin sujeto, sin consciencia? ¿Es la IA un sujeto? ¿Tiene la IA consciencia de sí misma? Por lo tanto, ¿es la IA una máquina de recopilación de datos o es capaz de formular una hipótesis y argumentar una tesis, es decir, de pensar? Luego del debate, los participantes iniciaron un ejercicio en la IA, afinando las solicitudes (prompts) y tratando, en una fase inicial, de que la IA planteara una hipótesis.

El interés por aprender a escribir ensayos ha tenido gran aceptación porque responde a una necesidad que muchos centros educativos del país no han sabido atender. La Editorial Universitaria Bonó y las agencias españolas involucradas ofrecen el taller Pensar el ensayo totalmente gratis a todas aquellas personas que desean mejorar sus habilidades de escritura y argumentación.

Fernando Valerio-Holguin

Escritor

Escritor, Doctorado en Letras Hispánicas (Universidad de Tulane, 1994), Profesor Distinguido John N. Stern de Literatura Latinoamericana en la Universidad Estatal de Colorado. Ha dictado conferencias y ofrecido recitales de poesía en varias universidades e instituciones, tales como Instituto Smithsoniano, Biblioteca del Congreso, Universidad de Oxford y Universidad de Varsovia. Entre sus libros destacan: Poética de la frialdad: La narrativa de Virgilio Piñera (1996), Banalidad Posmoderna (2006) y Presencia de Trujillo en la narrativa contemporánea (2006).

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