Queremos enraizar una cultura de felicidad, de justicia, de democracia, en la República Dominicana. Sobre todo, quienes trabajamos y nos organizamos para la promoción, prevención, atención, sanción, seguimiento y erradicación de la violencia de género, intrafamiliar y delitos sexuales, que principalmente afecta a mujeres, niñas, mujeres adolescentes, de la tercera edad, con discapacidades, inmigrantes, y a las personas con preferencia sexuales no heterosexuales o cisgénero.

La superación de la discriminación, la igualdad, la justicia, la calidad de vida, los servicios sociales de bienestar,el logro de relaciones constructivas, la inteligencia emocional, la capacidad de comunicación asertiva, la sinergia o trabajo en equipo, la autoestima, son elementos fundamentales para la vida en felicidad.

Ya hemos comentado que, para disfrutar la felicidad, el gozo, las ganas de vivir, hay que aprender a alejar, a superar, las fuentes del sufrimiento; lo cual requiere de una convicción interna de desear mejorar, transformarnos; porque hay aspectos de voluntad profunda e interna, que no dependen de coach, de buenos guías, líderes espirituales-sociales-políticos, terapeutas, maestras/os, etcétera.

Hemos comentado los caminos que propone Ignacio Larrañaga que contribuyen a alejar el sufrimiento: 1) Salvarse una misma/uno mismo. Liberar la mente con disciplina, ir llegando a conclusiones, practicar el conocimiento, sea leyendo, escuchando en eventos, capacitaciones, aprender…alejarnos de la ignorancia, pues esto facilita el miedo. 2) Desear cambiar profundamente, en lo profundo, con ganas, voluntad, por una/uno mismo. 3) Despertar, no vivir de automatismos, programaciones culturales.

Superar el miedo es fundamental para acercar la felicidad. Y los apegos no sanos, las dependencias, las ilusiones, las expectativas, las programaciones opresivas, la educación autoritaria, la opresión, la violencia, al decir de Anthony Mello son causas fundamentales de la infelicidad.

El tratamiento amplio de estos temas a partir de diferentes autores está disponible en: https://acento.com.do/opinion/apoyos-o-angeles-y-el-cambio-personal-9060470.html

Además de 1) querer salvarse (Ignacio Larrañaga, Del Sufrimiento a la paz: hacia una liberación interior, Ed. San Pablo, 1990. Páginas 17-20) ser feliz; 2) la actitud, accionar de querer despertar creando conciencia con objetividad, sin especulaciones Ibíd., páginas 21-24); otro de los caminos recomendados por el autor es el de la 3) Paciencia.

LA PACIENCIA

El ser humano nace desvalido, con todo que aprender, suele depender de otras personas (aprender a andar, hablar, pensar y educarse). Debe usar la inteligencia, no le basta el instinto. Para pensar el ser humano tiene que hacer análisis, hacer comparaciones, decidir o tomar opción, Estos suelen llevan incertidumbre, riesgos, situaciones impredecibles de emergencia, a veces…

Son estas características humanas las que generan ansiedad.

Se suele necesitar lidiar con la ansiedad sin importar la edad, títulos, dinero; de ahí la importancia de conocer las pautas, técnicas, el arte de vivir con la paciencia y que a continuación comento, en parte, a partir de la experiencia que nos propone Ignacio Larrañaga. (Ibíd. Páginas 24-29).

Suelo tener muy presente la definición que dio el terapeuta argentino Jorge Bucay en una de las lecturas de sus libros; el definió la felicidad como la serenidad. Me llamó la atención hace años esa palabra tan sencilla y que para él era esencial al definir la felicidad.

Ignacio Larrañaga relaciona la felicidad con la serenidad, la tranquilidad de la mente, y la paz del alma.

Y acá evoco al metafísico, terapeuta, higienista mental francés, Paul Clement Jagot. A partir de los años 1983 suelo leer de este autor humildes. https://es.frwiki.wiki/wiki/Paul-Cl%C3%A9ment_Jagot; quien en su libro El poder de la Voluntad propone especie de mantras, o afirmaciones para construir pensamientos y estados de ánimo con conciencia. Una de las frases para una especie de reprogramación lingüística Paul C. Jagot propones es: “Deseo mantener un estado de ánimo tranquilo sin importar las circunstancias. “.

El lograr la serenidad, la paciencia, requiere esfuerzo, disciplina, tenacidad, orden y dedicación. Las técnicas son para lograr el autocontrol, la relajación, la meditación…

Debe haber el deseo de la serenidad, una fuerte convicción de lograrla y decisiones, en ese sentido. Hay que hacer un programa para de manera diaria para meditar, respirar, y practicar todo tipo de capacitaciones, leer, hacer oraciones, salir a caminar, bailar, ir a jardines, ir a montes, cocinar, ir a montañas, a ríos; montar bicicleta…etcétera. ¡En fin! Hacer todo tipo de acciones, meditaciones…que apoyen la serenidad, la paciencia…

No olvidar que el objetivo último de estos ejercicios es la búsqueda de sentido de la vida, la felicidad vital, la plenitud.

Continuaremos con estos contenidos para afianzar, profundizar, recordar, los caminos hacia la felicidad, partiendo principalmente del libro de Ignacio Larrañaga “Del Sufrimiento a la Paz: Hacia una liberación interior”.