Como ha señalado Frank Moya Pons, los dominicanos somos hijos de dos trayectos del cual se ha narrado fundamentalmente uno; el de Cristóbal Colón. El otro, es el de nuestros ascendientes de raíces africanas que llegaron de Africa como esclavos para conformar, junto a los colonizadores españoles, el proceso de la construcción constante de nuestra identidad nacional.
Este señalamiento del historiador dominicano resulta de una permanente pertinencia en un país con serios problemas identitarios. Nuestra identidad narrativa (el modo en que nos contamos a nosotros mismos como nos percibimos) está permeada por la marginación hermenéutica de acallar las voces que han contribuido con esa otra cara del trayecto invisibilizado. Este hecho constituye un serio lastre en nuestra comprensión de nosotros mismos, porque la lectura sesgada de nuestra historia oculta significados profundos de nuestra experiencia colectiva necesarios para poder llevar a cabo dicha comprensión.
No es casual que conozcamos mucho más la genealogía de los colonizadores que la de los colonizados, del mismo modo en que conocemos mucho más de los símbolos, valores y prácticas asociadas a nuestra tradición hispana que a nuestra tradición africana. Esa comprensión parcial no solo empobrece nuestra identidad narrativa, sino que también se convierte en parte de un marco conceptual que dificulta comprender cualquier proceso social de nuestro presente en el que se emergen nuestra dimensión multirracial y multicultural.
En este sentido, es de importancia romper el círculo de la marginación hermenéutica con la puesta en escena de las voces que tradicionalmente han sido silenciadas porque pertenecen a la de los vencidos, los esclavizados, los marginados y sus descendientes.
Los Pulá de San Cristóbal de los Ingenios, de Duleidys Rodríguez Castro, es la voz de una de esas familias acalladas, una mirada sobre esa otra cara de nuestro trayecto identitario. Sin las pretensiones teóricas de un ensayo sobre la identidad narrativa, aborda desde un caso concreto de investigación genealógica la historia de la familia Pulá, en la búsqueda de los orígenes consanguíneos de la autora.
La investigación genealógica nos permite mirar a través de una familia, la historia de tantas otras familias afrodescendientes. En la medida que se muestran los vínculos que enlazan a los distintos agentes de la familia Pulá en el complejo entramado del árbol genealógico de la autora, se aprecia también un hecho que es extensible a muchas otras familias de origen similar: la casi inexistente movilidad social que ha condenado a millones de seres humanos a lo largo de nuestra historia a la pena de la marginalidad social.
Así, los datos que arroja este opúsculo muestran las huellas de los obstáculos sociales que han imposibilitado, en una de las economías de mayor crecimiento de la región de las últimas décadas, la inclusión de los que han sido tradicionalmente excluidos con la secuela de desigualdad en los bienes de la sociedad y la secuela de ira y resentimiento social que hoy día comienza a articularse en nuestro país con sus inminentes peligros para el futuro de nuestra democracia.
Esta investigación nos muestra, a través del espejo de la familia Pulá, cómo la inequidad social y el racismo se perpetúan a través de las generaciones en la sociedad dominicana.
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