La noticia positiva del sector turismo esta semana es que el ministro de Turismo, David Collado, está haciendo la principal tarea del momento que es “amarrar” nuestro negocio turístico en América del Sur.

Algunos pueden preguntarse por qué la promoción en Suramérica la califico ahora la “principal tarea del momento”. La duda puede surgir porque en los últimos veinte años se insistido, y es conocido por quienes siguen con atención el comportamiento de esta actividad económica, que nuestros principal mercado es América del Norte.

Estados Unidos y Canadá, ya hace muchos años, sustituyeron la principalía de nuestros mercados en Europa, que fueron el sustento en el lanzamiento de nuestra industria turística en la segunda mitad de los años ochenta y la década del noventa.

En estos años, de aprender y crecer, siempre se consideró que el principal objetivo para fortalecer esta naciente actividad era la conquista del mercado estadounidense. Comenzamos con mucho éxito en Europa, y consolidado el viejo continente el objetivo era avanzar en Canadá y penetrar en Estados Unidos.

La diversificación de los mercados, para no depender de una sola región, es la estrategia en la que han insistido, pero no siempre escuchados, desde los años 90 las principales voces del sector privado turístico, comenzando por la Asociación de Hoteles y Turismo de la República Dominicana (ASONAHORES).

Convertir a nuestros vecinos de América del Norte, Estados Unidos y Canadá, en el principal mercado ha sido señalado como uno de nuestros grandes éxitos de diversificación. Esto terminó con la dependencia de Europa. El siguiente paso fue ganar y consolidar los mercados en América del Sur.

Las cifras contribuyen a entender esto. En 1980 recibimos 301,079 turistas por vía aérea. En 1990 lo habíamos multiplicado por tres y llegamos a 957,285. Para el 2000 lo multiplicamos por 2.5 y recibimos 2,463,497. En el 2010 ya eran 3,415,616. En el 2015 llegaron 4.8 millones. En el 2022 sumaron 5.8 millones, y en el 2024 ya eran 7.1 millones. Estos números solo incluyen los extranjeros. Por ejemplo, el año pasado los dominicanos no residentes sumaron 1.7 millones, pero para fines estadísticos son turistas porque viven y ganan dinero en otros países, y vienen a gastar aquí, que es el mismo caso –por ejemplo- de los norteamericanos.

La tarea en Suramérica comenzó lenta. Un poco de Venezuela, después lo fuimos sumando a Colombia, Ecuador, Perú Chile, Argentina y Brasil. En los meses enero-abril del 2014 nos visitaron 375.3 mil suramericanos y en ese mismo período del 2025 llegaron 475,461.

Para facilitar mi mensaje, puedo decir que en los primeros 4 meses de este año, perdimos 65,804 turistas (un 4.3%) de América del Norte, pero ganamos 100,152 suramericanos, un 21% más. Este éxito fue encabezado por los argentinos, un 48% más (166,257 turistas) y los colombianos, un 6% más (105,961).

Esto es resultado de promoción realizada en los últimos años por el Ministerio de Turismo en Suramérica. Por eso, como siguen la inflación por la nueva política comercial estadounidense, y ahora se suman las tensiones militares que preocupan a los residentes en mercados importantes, una de las tareas del momento es buscar los turistas latinoamericanos.

Manuel Quiterio Cedeño

Periodista

Periodista. Director del Centro de Información y Comunicación (CICOM). Trabaja y asesora en el área turística, y dirige la revista especializada RT.

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