El próximo 24 de junio serán celebradas las primarias de los partidos, en la ciudad de Nueva Yok, con la finalidad de escoger los candidatos que participarán en las elecciones de alcalde, presidentes de condado, fiscal general, contralor general  y concejales de los diferentes distritos electorales, en el mes de noviembre.

Aunque, según una encuesta de la Universidad de Quinnipiac, la delincuencia, la inflación, la protección de la democracia, el cambio climático y la protección del derecho al aborto ocupan los primeros lugares, entre los temas identificados, que influyen en la decisión del voto;  son temas no abordados en ella los que delimitan posturas distintivas de los diferentes candidatos, en particular de los dos candidatos, Andrew Cuomo y  Zohran Mamdani, que todas las encuestas indican son los que, a la fecha, cuentan con más apoyo.

Uno de los temas, acerca del cual se identifican posturas diferenciadas de los diferentes candidatos, es el de la seguridad pública, el cual no debe ser reducido al de la delincuencia. Este, probablemente, sigue siendo el tema de mayor actualidad, sobre el que se definen posiciones que responden a la preocupación de los neoyorquinos sobre la  calidad de vida.

Debe advertirse que la delincuencia en la ciudad de Nueva York ha sido sobredimensionada con fines propagandísticos desde medios de comunicación afines al Partido Republicano, tales como el New York Post y Fox News. En realidad, la ciudad ha visto descender el índice de criminalidad desde el  año 2022; pero esos medios se empeñan en seguir reportando como en el peor momento, debido a su interés de vincular a todo el Partido Demócrata con la propuesta sobre el desfinanciamiento de la policía de Nueva York.

La propuesta de desfinanciar la policía surge entre activistas que se movilizaron para enfrentar acciones de uso excesivo de la fuerza policial, en particular hacia las minorías raciales, alcanzando su momento de mayor relevancia como parte del movimiento “Las Vidas de los Negros son Importantes”.

A pesar de su popularidad entre sectores progresistas de la sociedad norteamericana, incluyendo la ciudad de Nueva York, la propuesta política más radical de desfinanciamiento de la policía es impopular en la población general, según muestran todas las encuestas que se han realizado sobre el tema. Por esta razón, con excepción de Zohran Mamdani, ningún otro aspirante a la alcaldía de Nueva York la incluye en su plataforma política.

En el caso de este candidato, si hemos de ser justos, debe reconocerse que la propuesta de des-financiación de la policía ha sido demonizada involuntariamente por sus mismos promotores al escogerse para su designación un término que no expresa de manera apropiada la intención de la propuesta; ya que lo conveniente era escoger uno que expresara de manera positiva su propuesta consistente en destinar fondos para la creación de un departamento de seguridad comunitaria; contratando personal especializado en salud mental, para abordar, entre otros asuntos, el trato a las personas afectadas por la crisis de los opioides que, como hemos indicado, impacta la seguridad pública y la calidad de vida del neoyorquino.

Como he indicado antes, el tema de la seguridad pública no se reduce al de la delincuencia, ya que en ella inciden factores como la salud mental de una parte de la población que ha sido afectada por la crisis de los opioides. Este factor también impacta la calidad ambiental de la ciudad, debido a la ocupación de los espacios públicos (aceras, el Metro y los parques), por personas adictas y/o que no disponen de vivienda, que los utilizan como residencias y/o puntos de convivencia, realizando muchos de ellos sus necesidades fisiológicas en esos espacios.

Ahora bien, destinar fondos del presupuesto de la ciudad  a la creación de un departamento de asuntos comunitarios y  programas de salud mental para abordar la crisis de los opioides, no debiera traducirse en una reducción del presupuesto del cuerpo policial, ni en una reducción del número de efectivos policiales, como proponen quienes promueven desfinanciar la policía.

Por el contrario, entiendo que la creación de ese departamento de asuntos comunitario no impide que la policía de la ciudad, como un componente de su necesaria reforma, juegue un rol en el abordaje de la crisis de los opioides, en particular en los casos en que fuere necesario extender medidas de internamiento involuntario a personas con adicción grave que supongan peligro para su propia seguridad, como está contemplado en la ley de higiene mental del Estado de Nueva York.

Tampoco es pertinente proponer reducir el presupuesto y una menor presencia policial si pretendemos que la policía de Nueva York se empeñe en ser más pro-activa en la aplicación de leyes que impactan el medio ambiente, la seguridad pública y la calidad de vida, tales como las normas que regulan la circulación de ciclistas y motociclistas en las vías públicas, así como la que obliga a los dueños de perros a recoger los excrementos de estos animales.

Es cierto que la proliferación de bicicletas como medio de transporte en la ciudad puede ser considerado como positivo en la medida contribuye a reducir la contaminación del aire y se inscribe en iniciativas vinculadas a la lucha contra el cambio climático. Sin embargo, es impostergable la aplicación estricta de las normas que regulan su circulación; en particular las que son utilizadas en las labores de entrega a domicilio (delivery), ya que su no regulación ha impactado negativamente la calidad de vida de los neoyorquinos, sobre todo de los peatones y, entre estos, las personas de la tercera edad; ya que es común observar ciclistas circulando sobre las aceras, ir en vía contraria, etc; ocasionando que los peatones deban estar en alerta permanente para evitar ser víctimas de accidentes, en circunstancias que eran seguras años atrás.

Finalmente, aunque a muchos pueda parecer que tiene escasa relevancia, es necesaria mayor vigilancia para la aplicación rigurosa de las normas aplicables a los propietarios de perros; pues no es un secreto que un significativo porcentaje de los dueños de estas mascotas no se preocupan de recoger los excrementos de estos animales en los espacios públicos, lo que crea imagen visual muy desagradable, tanto para los residentes como para los numerosos turistas que visitan esta ciudad.

Por lo expuesto aquí, la propuesta más radical de des-financiación de la policía es percibida de modo negativo, siendo previsible que sea utilizada como tema de campaña por el Partido Republicano, en las elecciones de noviembre. Por ello, debe evitarse darle esa carta de triunfo a ese partido, toda vez que se corre el riesgo de repetirse la historia de finales del siglo pasado y principios del presente, cuando el descuido del tema de la seguridad pública y de la calidad de vida por parte de los candidatos demócratas hizo posible el triunfo de los candidatos republicanos (Giuliani),  con un discurso que enfatizaba garantizar la seguridad pública y la calidad de vida. No lo olvidemos y no permitamos que se repita la historia.

Félix Reyes

Antrólogo

Félix Reyes. Antropólogo, consultor social. Antropólogo, graduado en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, con estudios inconclusos de Filosofía en el Seminario Santo Tomás de Aquino. He trabajado en gestión de proyectos educativos y en consultas e investigaciones sociales, económicas y culturales que han servido para la elaboración de líneas base de numerosos proyectos de desarrollo. Felireyes@aol.com

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