En este momento existo, no el que pasó, ni el que vendrá, solo este que se me escurre sin frenos y me lleva de la mano a jirones sin parar.
Este que ya pasó y que todavía está conmigo, intentando perpetuarse mientras también se congela en "apariencias" engañosas.
Este momento que tú me lees y que yo escribo o escribí hace tiempo y que, sin embargo, está presente.
Este, que se olvida y se recuerda, que existe y no existe. Que da vida, pero está muerto.
Este momento que se renueva y se añeja constantemente, insistentemente, finita e infinitamente.
Este, que intenta llamarte y decirte muchas cosas, pero que también olvida mientras trata de recordar lo olvidado, mientras recuerda que también lo olvidó.
Este momento, tan fugaz como un rayo y transparente como el viento, solo alcanza a tocarme un segundo.
Lo suficiente para decirte que te amo, o sea, que te amé y sigo amando y hasta quizás "después", en el "más allá" de este momento, cuando llegue el momento "de la muerte", también. ¡Salud! Mínimo Momentero.
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