«Supe que hubo fallecidos»…
Doy las gracias a dos escritoras de Acento, Gnosis Rivera y Elsa Antonia Guzmán Rincón, que se informaban regularmente de mi situación durante el paso de Melissa.
Aproximadamente una semana antes del paso del huracán Melissa, publiqué una nota muy corta sobre el cierre de la USAID (Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional) y su impacto en la temporada de huracanes en Haití. Durante muchos años, la estadística exacta de las víctimas de los desastres naturales en Haití ha sido un gran misterio. La vulnerabilidad constituye para nosotros un programa cuidadosamente fomentado por todos los sectores políticos; ayer al servicio de la dictadura, hoy asociado a situaciones indescriptibles que evitamos comentar.
Recordamos las imágenes del huracán Matthew, que azotó a Haití el 4 de octubre de 2016: «El huracán Matthew azotó Haití el 4 de octubre de 2016 como huracán de categoría 4. Los efectos combinados del viento, las inundaciones costeras y las lluvias torrenciales provocaron graves inundaciones, deslizamientos de tierra y la destrucción de gran parte de la infraestructura, los cultivos agrícolas y los ecosistemas naturales. En total, 546 personas fallecieron, más de 175.500 buscaron refugio en albergues y cerca de 1,4 millones necesitaron asistencia humanitaria inmediata. Fue necesario realizar una evaluación de los daños y las pérdidas con suma rapidez para desbloquear los recursos financieros del Grupo del Banco Mundial (GBM) y del Fondo Monetario Internacional (FMI) y así brindar la asistencia necesaria a los damnificados.» (Banco Mundial, Evaluación rápida del impacto del huracán Matthew en Haití).
En general, se trata de escuelas u otros edificios públicos sin ninguna estructura mínima de acogida. Los que van a un albergue temporal al que aluden las autoridades se encuentran siempre en una situación de «salir de Guatemala y caer en Guatepeor»…
En los últimos reportajes, nos enteramos de que las construcciones ligeras de Matthew fueron arrastradas por la fuerza de Melissa. En 2016, seis años después del terremoto de enero de 2010, la logística dominicana llegó rápidamente a Haití: «Luego de una reunión entre el presidente Danilo Medina y funcionarios, el ministro administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta, informó que se enviarán medicamentos, madera, zinc, vacunas antirrábicas, colchones, plantas de potabilización de agua, cocinas móviles y un convoy de equipos de Obras Públicas con personal dominicano para habilitar las vías bloqueadas. Además, por vía marítima se hará llegar diariamente comida cocinada en Pedernales a los barrios del departamento sur de Haití. » (Diario Libre, 10 de octubre 2016).
De alguna manera, Matthew y Melissa se parecen: en realidad solo azotaron una parte del territorio… Cuando una amiga de la República Dominicana me dijo «Supe que hubo fallecidos», le comenté: —Y nunca sabremos el número exacto de desaparecidos… Cuando en Haití las autoridades les hablan de «albergues temporales», nunca se trata de «espacios adecuados para dar protección a las personas que fueron desplazadas por una emergencia o están en riesgo». En general, se trata de escuelas u otros edificios públicos sin ninguna estructura mínima de acogida. Los que van a un albergue temporal al que aluden las autoridades se encuentran siempre en una situación de «salir de Guatemala y caer en Guatepeor»…
«El ciclón Flora pertenece a la temporada de ciclones 1963 en el océano Atlántico norte. Categoría 4. Activo en Cuba, Jamaica, la isla de Haití y Florida entre el 26 de septiembre de 1963 y el 13 de octubre de 1963, causó la muerte de 7.100 a 8.000 personas. Para la República de Haití: 5.000 muertos…» (Wikipedia).
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