La semana pasada se hizo viral el video del Padre Norverto Rosario (su nombre es así con v, en todos los medios lo han escrito con b, pero los entiendo porque lo correcto es con b pero el suyo tiene esa falta) donde expone las reglas del colegio que dirige:
- Cero afro.
- Nada de ceja cortada.
- La entrada es a las 7:30 con un margen hasta las 7:45 quién no llegue a esa hora se queda fuera.
- No está de acuerdo con qué todos los estudiantes tienen que pasar de curso porque según dice eso provoca que no se esfuercen porque saben que pasarán hasta con 70.
Pero, más allá de las normas que presenta el sacerdote hace una serie de críticas y denuncias acerca del sistema educativo dominicano y de la sociedad en general respecto a la responsabilidad de los padres con sus hijos e hijas.
Llama la atención de los padres y madres porque “esos muchachos vienen malcriados desde sus casas y los maestros/as tienen que coger mucha lucha llamando la atención hasta 17 veces a un mismo estudiante”.
Son muchas las cosas que dice, pero lo que llama mi atención es que en todas las redes sociales la gente está de acuerdo con el sacerdote, algunos lo llaman héroe y otros hasta dicen que debería ser el presidente.
El Ministerio de Educación posee un reglamento disciplinario que está enfocado más en trabajar conductas en los estudiantes en donde la disciplina y el orden se trabajan de manera acompañada y sistematizada con los actores involucrados.
Y en pleno siglo XXI, a veces las medidas tan verticales lo que hacen es generar, en muchas ocasiones más rebeldía.
Pero cuando observo las reacciones de las personas a través de los comentarios en redes sociales son muy pocos los que están en desacuerdo con el Padre, por consiguiente, lo que ha desatado este video va más allá, es evidente que la sociedad dominicana está gritando disciplina y orden.
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