La XXXI Bienal Nacional de Artes Visuales de la República Dominicana representa mucho más que una simple exposición artística. Es, en esencia, un espejo de nuestra identidad cultural, una vitrina del pensamiento contemporáneo y un termómetro del pulso creativo del país.

Esta importante cita con las artes visuales, organizada por el Ministerio de Cultura y el Museo de Arte Moderno, constituye uno de los espacios más trascendentales para la reflexión, el diálogo y la proyección del arte dominicano en toda su diversidad, profundidad y evolución.  En esta edición se enfocará en destacar la trayectoria artística de Elsa Núñez, figura emblemática de la plástica dominicana, y promoverá la creatividad y el diálogo sobre las prácticas artísticas contemporáneas en nuestro país.

En un contexto nacional marcado por intensos debates sociales, transformaciones políticas y desafíos globales, la Bienal ofrece un lenguaje alternativo para expresar realidades que muchas veces no encuentran eco en los discursos tradicionales. Pintura, escultura, instalaciones, fotografía, arte digital y otras manifestaciones conviven en este evento, evidenciando la riqueza conceptual, técnica y estética de los artistas participantes, en un escenario donde lo clásico y lo experimental dialogan; donde la tradición y la innovación se entrelazan.

Lo más relevante de esta edición es su capacidad para incorporar miradas múltiples y disonantes que abordan temas como la migración, el medio ambiente, la identidad, el género, la memoria histórica y la cotidianidad urbana. La Bienal no solo permite visibilizar a artistas consagrados, sino que también actúa como plataforma de lanzamiento para nuevas voces que desafían los cánones establecidos y proponen nuevas rutas discursivas.

Además, su impacto no se limita a la comunidad artística, en el entendido de que la Bienal es una herramienta pedagógica poderosa para la formación de públicos, una oportunidad para que jóvenes, estudiantes, investigadores y ciudadanos en general se acerquen al arte dominicano y lo valoren como parte integral de su patrimonio cultural. En este sentido, debe aplaudirse la inclusión de actividades educativas, visitas guiadas y espacios de diálogo, que democratizan el acceso al conocimiento y fortalecen la cultura crítica.

En un país donde a veces se pretende subestimar el papel del arte como agente de cambio, la realización sostenida de la Bienal Nacional es una señal positiva. Es una invitación a repensar nuestra historia, a cuestionar nuestro presente y a imaginar futuros posibles desde la sensibilidad estética y la imaginación transformadora. En definitiva, la XXXI Bienal Nacional de Artes Visuales reafirma su papel como el principal evento del arte contemporáneo dominicano y como una manifestación legítima de nuestra riqueza creativa y plural.

Celebrarla es reconocer que el arte no es un lujo, sino una necesidad vital para construir una sociedad más justa, reflexiva y humana.

Víctor Ángel Cuello

Docente UASD

Publicista, docente universitario y dirigente social. · Docente de la Escuela de Crítica e Historia del Arte de la Facultad de Artes, UASD. · Asistente técnico de la Vicerrectoría de Extensión, UASD. · Miembro activo de organizaciones de servicio social y comunitario.

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