El Alma Máter es uno de los símbolos uasdianos más significativos. La imagen de una mujer fecunda como fuente del saber científico humano es una metáfora alentadora.
Miles de fotografías de graduados de la UASD junto a la escultura del español Benjamín Saúl circulan por todo el ciberespacio referenciando esta analogía de maternidad académica.
A lo largo de casi medio milenio de historia, nuestra Universidad ha acogido, formado y acompañado a cientos de miles de dominicanos y dominicanas en su camino hacia el conocimiento y el compromiso social. La UASD, como madre generosa, ha abierto sus puertas a todos los hijos del pueblo, sin distinción, sembrando en cada uno de ellos el valor de la justicia, la libertad y el pensamiento crítico.
En el mes de mayo, cuando celebramos con amor y respeto el Día de las Madres en la República Dominicana, es propicio recordar que la maternidad no solo se expresa en el seno del hogar, sino también en los espacios donde se cultivan los sueños y se forjan las conciencias. La UASD ha sido madre protectora, exigente y visionaria, acompañando a generaciones enteras en su proceso de crecimiento intelectual y humano.
A todas las madres dominicanas, que son cimiento de nuestras familias y guardianas de nuestra identidad, y a esta madre colectiva que es la Universidad Autónoma de Santo Domingo, dedicamos nuestro más sincero homenaje. Porque en su amor, en su guía y en su entrega, reconocemos el origen de nuestras fortalezas como individuos y como nación.
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