Lo real: Migración repatria 7,217 haitianos ilegales en cuatro días, cuando debieron ser 40,000. Lo real: Carecemos de los recursos necesarios para cumplir tan inmensa tarea. Lo real: el simple anuncio de la deportación de 300,000 haitianos cada mes empezó a paralizar la poderosa industria de la construcción, la no menos importante agricultura y una parte sustancial de la hotelería. Lo real: nada de eso se previó y ahora sucede que no tenemos mano de obra sustituta. Lo concluyente: la solución no es deportarlos, sino impedir que ganen más millones de pesos quienes venden nuestro país en la frontera y más acá.