La preocupación por el medioambiente, asociado a las necesarias medidas para su preservación, es un imperativo. Esto se debe, entre otras cosas, a los avisos constantes de expertos que señalan que muchas de las acciones humanas están causando cambios visibles en la naturaleza, el clima y las especies. Esta mayor conciencia ambiental debe reflejarse en nuestras acciones, tanto como sociedad como a nivel personal. Sin embargo, el medioambiente no es algo simple: puede verse de formas distintas según la situación, la ubicación o los aspectos sociales y económicos. Por eso, es importante tener en cuenta los impactos ambientales antes de tomar decisiones.

Cuando hablamos de rehabilitar las ciudades ya construidas, debemos recordar que estamos ante un problema que va más allá de lo local. El mal uso de los edificios y espacios urbanos tiene efectos globales, como ya ha reconocido la comunidad científica internacional.

Desde hace unos 30 años, expertos señalaron tres acciones clave para reducir el consumo de energía y el impacto ambiental de las construcciones:

  1. Rehabilitar los edificios ya existentes.
  2. Sustituir los edificios antiguos y poco eficientes por otros más sostenibles.
  3. Completar los espacios vacíos entre edificios.

Estas ideas son especialmente importantes para las ciudades españolas, que deben afrontar de manera urgente estos desafíos. La rehabilitación de viviendas ya construidas debe ser una prioridad para lograr ciudades más sostenibles porque:

  • En España, con poco crecimiento de población y un número excesivo de viviendas, es importante pensar si realmente necesitamos construir más. Incluso si usamos técnicas ecológicas, es mejor aprovechar lo que ya tenemos.
  • La mayor parte del consumo energético de los edificios se produce mientras se usan, no al construirlos. Por eso, es útil rehabilitarlos para que consuman menos, en lugar de demolerlos.
  • Una parte importante de la energía se gasta al fabricar los materiales de construcción (aprox. un 20%). Si hacemos que los edificios duren más, reducimos esta carga energética. En España, los edificios se renuevan más rápido que en otros países europeos, lo que es poco sostenible.
  • Las infraestructuras urbanas también consumen energía, especialmente cuando deben cubrir grandes áreas. Si optimizamos su diseño y durabilidad, reducimos ese consumo.

Seguiremos en la próxima…

Juan C. Sánchez González

Arquitecto

Doctor Arquitecto. Especialista en Arquitectura Bioclimática y Eficiencia Energética en la Edificación.

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