Dejó de ser parte del paisaje de la vecindad por el control de alquileres. Mientras tenía sentido financiero ir a "cobrar la renta" no le importaba ser recibido todos los días por una vejiga llena de agua en la cara, un sin querer queriendo del Chavo que culpa a Quico por agacharse antes del impacto, o por una pelota de fútbol en la panza pateada con fuerza por Don Ramón, que explica lo vio un segundo demasiado tarde ocupando por su descuido todo el espacio de la portería.

Abandonó las casas cuando con los ingresos por alquileres congelados no podía hacer las reparaciones que por su cuenta debía hacer para que fueran las viviendas habitables, una condición que fueron perdiendo desde que los legisladores anunciaron en un banquete exquisito en resort cinco estrellas el gran alivio para las familias de no pagar jamás un peso de aumento de alquiler.

Don Barriga se marchó, los dejó sin la diversión de sonarlo cada vez que llegaba a la vecindad y con casas en que es mejor salir a buscar otra alquilada porque la diferencia entre ellas y el barril en que duerme el Chavo no es mucha.

Este, a propósito, es el único que tiene seguro donde dormir en los próximos meses. A todos sus inquilinos les explicó que no tiene para pagar al banco los préstamos hipotecarios que tienen como garantía las viviendas, les deja anotado el número del préstamo de cada unidad y los invita a que eviten ser desalojados pagando directamente al acreedor.

Doña Florinda, en la reunión con los vecinos, da la solución antes de quitarse el cuarto rolo de la cabeza: "Con gastos tan grandes para poner las casas habitables y ahora también tener que pagar la hipoteca del casero gordiflón lo mejor es mudarse. Nos vamos a otro lugar y empezamos de nuevo, qué opina mi querido Profesor."

Girafales traga en seco y les da la mala noticia: "El problema es que las opciones son pocas. El control de alquileres de viviendas familiares ha ido quebrando a todos los señores barrigas que habían puestos sus ahorros y préstamos hipotecarios en tener como negocio adquirir viviendas para alquilar. También destruyó la rentabilidad de invertir en ellas a empresas inmobiliarias grandes, que pasaron a poner más interés en la construcción de locales para fines comerciales donde no hay control y pueden llegar acuerdos en libertad para la renta, el monto y la frecuencia de los aumentos. Se han multiplicado las vecindades como éstas por todo el país y los mejores candados se los ponen a los barriles donde duermen los chavos, no en las puertas de lo queda de las casas."

El Chavo sale a poner un "No lo Bendo" a su barril, el Profesor por la cortada de ojo sabe que dormirá para los pies, Quico no entendió nada de la reunión, la Bruja del 71 ya sabe que espíritus malignos invocar contra los legisladores, Don Ramón sale con Chilindrina a inscribirse en el Partido Libertario de México. Yo, le voy a poner números a un Don Barriga dominicano que se le ocurrió invertir en julio del 2016 en vivienda para alquilar en una próxima entrega.

José Alfredo Guerrero

Economista

Economista con experiencia bancos privados, públicos, entidades reguladoras, asociaciones empresariales y centros investigación.

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