Introducción a la filosofía institucional del CODECO (2023-2025):
El Colegio Dominicano de Economistas, Inc. tiene una historia compartida con la miríada de cientos, y de seguro miles, de los homínidos que han perdido “habilidades” para hacer espacio para el desarrollo de un viejo “órgano”, el neo córtex donde residen las funciones racionales complementando al paleo córtex donde residen las emociones.
Los economistas también nos congregaron porque para el desarrollo pleno de las funciones cerebrales toma tiempo porque se logra en un entorno inmerso entre iguales para poder adquirir el habla y el pensamiento. No hay otras especies conocidas que posean este perfil intelectual.
Aún nuestra disciplina –la economía– se desarrollado por los debates, discusiones y oposiciones entre las visiones construidas por todos los profesionales de la ciencia “de la escasez y la abundancia” en locales dadas en llamarse Academias y Colegios: La tradición que representamos.
El ejemplo para el CODECO:
En nuestro medio, podemos recurrir al ejemplo de un personaje que se auto identifica en sus comunicaciones en la red como “Economista, político y gremialista”. Si el CODECO o los miembros del CODECO, motu propio, decidiesen autodefinirse con este trío de adjetivos estaría incurriendo en una inconsecuencia si alguien no cumpliese una de las condiciones. Ergo, la primera tarea es cumplir desde el organismo propiamente vigilar las “calidades” de sus miembros y como marcas en el alma se realizan ceremonias de ingreso o simples jolgorios por pertenecer a un grupo de “nosotros”, es decir los economistas.
Cae de la mata (al estilo de la manzana de Newton que le “convenció” de la Ley de la gravedad, si el Colegio es la casa común de los artesanos que comparten un oficio, el CODECO nos hace a todos “gremialistas” y por lo tanto, guardianes del bienestar de los hermanos de oficio. Y el primer deber, es la protección de los hermanos, no subordinarlos para lucrarse y mucho menos para apandillarse; en el mejor ejemplo desvelado por el economista argentino Milei con la casta política en su país, que completa el escenario…
¡Olvidamos el ejemplo del patricio Juan Pablo Duarte y Diez!
La historia de República Dominicana está llena de falsas lealtades e inmensas ambiciones que han generado dictadorzuelos cotidianos, que nos encontramos en demasía en la vida cotidiana, pero que en acto de sacrificio se manifiesta desde las raíces en pobladas reivindicadoras de las injusticias de clase y la inequidades permanentes que sostienen los cuasi monopolios que regentean las riquezas del país.
Vale la pena señalar la dimensión ética que todo Colegio Profesional debe reivindicar: la única vida que vale vivirse es una vida ética; por lo tanto, la única vida ética en la vida comunitaria es la basada en la solidaridad, y para que esta vida tenga valor de eternidad, debe trascender.
Por lo tanto, el CODECO pone en el centro del Escudo Nacional el lema duartiano de ¡Dios, Patria y Libertad!, para orgullo de todos los dominicanos y la regeneración de nuestro colegio, academia o gremio.
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