Es muy común ver las escuelas los sábados y los domingos cerradas y en los tiempos de vacaciones, esos grandes edificios, no le rinden ningún servicio a la comunidad, mientras hay cantidades de jóvenes y ciudadanos vagando por las calles, que bien pudieran estar aprovechando el tiempo en un aprendizaje cultural técnico o científico que se propiciara en las escuelas.
Por años las escuelas han sido espacios cerrados, donde se imparte docencia a niños y jóvenes de acuerdo a un programa civilizatorio ya predeterminado.
Mientras usted más se adentra en los campos dominicanos, la institución que más encuentra en todas partes es la escuela: muchas de ellas, muy bonitas y limpias, en las que se pueden hacer actividades socioculturales y aprender diferentes oficios; en algunas comunidades se hace uso de estos espacios, pero son las excepciones. Conozco escuelas, donde se han celebrado misas, matrimonios y otras actividades porque es la única institución que existe con instalaciones dignas y ambas cosas son compatibles, la docencia y el uso comunitario de la escuela.
Sin embargo, esta acción no puede ser espontánea, sino organizada y con intención y objetivos claros.
Es en una comunidad donde se ponen en juego relaciones, actitudes y comportamientos de los sujetos que la habitan, en donde existen aspectos comunes compartidos: historia y cultura, intereses, necesidades, problemas, expectativas socialmente construidas por los miembros del grupo. Es donde se recrea un espacio y un tiempo, y las relaciones sociales son habituales y frecuentes, muchas veces cara a cara; es en la escuela donde se forma el sentido de pertenencia a la comunidad y se considera este un nivel de integración mucho más concreto que el de otras formas colectivas de organización social, tales como: la clase social, la etnia, la religión o la nación y, sobre todo, donde existe una vinculación emocional compartida.
Tengo como experiencia vivida que en zonas rurales la escuela es un ente fundamental de unión de diferentes estratos sociales; los niños, cuando se juntan, no saben de clase social ni de aristocracia y desarrollan sentimientos que no tienen nada que ver con clases sociales y se hacen amigos en forma eterna que sobrepasa el tiempo escolar, es así como viven y sobreviven las comunidades rurales, porque de una u otra forma se crea un sentimiento solidario que perdura.
Es por ello que la dinámica comunitaria, en relación con la educación, debe cambiar principalmente en zonas rurales. En ese orden, el desarrollo de la comunidad es un proceso destinado a crear condiciones de progreso económico y social para toda la comunidad, con la participación activa de esta, y la mayor confianza posible en su iniciativa. Por tanto, el desarrollo humano en las comunidades debe ser el proceso que cree riquezas a través de la movilización de recursos humanos, de capitales físicos y naturales para generar bienes y servicios transables. Debe concretarse como una estrategia común que se revele al servicio del individuo y que su promoción la realicen los agentes y agencias locales para el bien de la comunidad en general.
Teniendo en cuenta los elementos antes aportados, se asume la definición que brinda Orduña (2000), sobre el desarrollo comunitario local, donde lo visualiza como un proceso global, integrado y sostenible de cambio social; protagonizado por la comunidad, organizada en un territorio bien definido, que participa activamente en el aprovechamiento de los recursos locales: humanos, materiales, naturales, financieros y sociales, para la mejora de sus condiciones de vida.
En cuanto al análisis del término desarrollo humano comunitario o local se encuentran rasgos que lo definen, entre los que podemos destacar:
- Es un proceso educativo destinado a lograr cambios cualitativos en las actitudes y comportamientos de la población.
- Es una técnica de acción social. Por tanto, necesita de la intervención o colaboración de agentes con cierto grado de especialización.
- Se dirige a aquellas comunidades en proceso de desarrollo.
- Su objetivo primordial consiste en la consecución del bienestar social y, consecuentemente, la mejora de la calidad de vida de la población o comunidad objeto.
- Requiere la participación voluntaria, consciente y responsable de los individuos en la resolución de sus propios problemas.
Evidentemente, en la sociedad dominicana se han realizado programas dirigidos a establecer buenas relaciones de la escuela con la comunidad, los procesos de descentralización, el trabajo de participación comunitaria, los trabajo de las ONG, el Programa de Fortalecimiento escolar y comunitario: Cultura, Identidad y Ciudadanía.
Sin embargo, no se resuelve aún satisfactoriamente, el modelo concreto en que el conjunto de factores sociales de la comunidad, contribuye a la formación de niños y adolescentes, confiándole, fundamentalmente, a la escuela dicha tarea; lo que denota que en la interacción escuela-comunidad se carece aún de un estudio profundo. Por ende, con relación a la formación ciudadana, aunque se haya introducido la Moral y Cívica como asignatura, tampoco la sociedad más próxima al niño y al joven ha cumplido su cuota de responsabilidad, lo que supone conocer cómo el intercambio con la comunidad puede contribuir al perfeccionamiento del proceso docente educativo y a elevar la calidad de la educación.
Es necesario enfocar el sistema integral, la interacción escuela -comunidad, sin desconocer su independencia relativa, en tanto tienen funciones específicas como instituciones socializadoras en su labor educativa, a la escuela, como el medio para alcanzar la más alta síntesis de los valores educativos a través del conocimiento organizado, sistemáticamente dirigido como proceso intelectual y afectivo para la formación del individuo y orientado, en función de la vida cotidiana.
Y por otra parte, está la comunidad, como grupo social heterogéneo, que se caracteriza por su asentamiento en un territorio determinado, compartido entre todos sus miembros, donde tienen lugar y se intensifican de un modo específico las interacciones e interinfluencias sociales, en torno a la satisfacción de las necesidades de la vida cotidiana.
El primer aspecto que se considera necesario para promover el desarrollo humano local desde la escuela es realizar un diagnóstico acertado de la comunidad, en el que se abarquen todos los aspectos de la vida: economía, educación, salud, recreación y deporte, vivienda, familia, organizaciones sociales, identidad local, etc.
Carvajal (2011) considera que en los procesos sociales se deben realizar diagnósticos participativos, ya que persiguen los siguientes objetivos:
- Conocer a fondo una realidad social y ser una base firme para la elaboración del Plan de Desarrollo.
- Generar en la comunidad procesos de organización, concientización y movilización social.
- Construir actores sociales y fortalecer el tejido comunitario.
- Capacitar a la comunidad en diagnóstico, investigación social, elaboración de proyectos, participación, etc.
- Fortalecer el liderazgo comunitario.
- Constituir un espacio de encuentro y de discusión de los diferentes actores de la comunidad; de tal forma que supere las diferencias internas y genere un proceso de consenso y concertación.
- Ser una herramienta pedagógica para la enseñanza de la realidad local en los diferentes planteles educativos y comunitarios.
- Lograr que la comunidad se apropie de la información resultante del estudio y la convierta en herramienta para la toma de decisiones, como también para afianzar su identidad.
- La metodología del diagnóstico participativo es más apropiada donde el grupo es una comunidad y el trabajo es hecho por personas de la comunidad y la escuela funge como agente de Desarrollo Humano Local de la Comunidad.
Es evidente que en las comunidades deberán participar diferentes instituciones y, para ello, ya existe una estructura que es la Junta de Centro Educativo, y es necesario dimensionar los poderes de convocatoria de la escuela y que sea el centro promotor de ese desarrollo; esto ligado a su función formadora de ciudadanía.
Una iniciativa interesante: Programa de Fortalecimiento Escolar y Comunitario: “Cultura, Identidad y Ciudadanía”
Me voy a permitir presentar los objetivos de este programa ya que sus detalles son muy extensos.
Objetivo General
Desarrollar procesos, desde las aulas, con la comunidad y actores de la sociedad, que permitan la identificación,
valoración y cuidado de la riqueza histórico-cultural dominicana, a través de las ciencias, las artes, las actividades físicas, deportivas y recreativas que afiancen los valores ciudadanos y la identidad nacional.
Objetivos Específicos
- Ofrecer opciones de capacitación y desarrollo permanente a los diversos actores de la comunidad educativa para que integren en sus prácticas pedagógicas actividades que resalten los valores de la cultura y la identidad nacional.
- Familiarizar a los ciudadanos con la historia y la evolución de la cultura dominicana, desde sus raíces precolombinas hasta el presente, a través de actividades educativas y culturales que promuevan el conocimiento y la comprensión de nuestra identidad cultural.
- Promover el respeto por las tradiciones, valores y prácticas culturales dentro de la sociedad dominicana, fomentando la tolerancia y el entendimiento intercultural, mediante programas y actividades específicas contextualizadas a la realidad de cada región del país.
- Fomentar el orgullo de los embajadores culturales a través del teatro, el baile folclórico, las artes plásticas, la danza, la música, la gastronomía y el deporte.
- Impulsar proyectos específicos en las provincias de zonas priorizadas, que destaquen los valores culturales dominicanos a través de las artes, los deportes,las tradiciones y las costumbres, y que favorezcan la preservación y promoción de nuestros valores culturales.
Este programa está siendo ejecutado por iniciativa de la Presidencia de la República a través de Ministerio de Educación y busca afianzar la dominicanidad en zonas con mayor incidencia de inmigrantes; es un programa de alcance parcial cuyos resultados pueden ser sistematizados y continuar hacia estadíos superiores de participación.
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