Lo más valioso que tenemos, las palabras. Lo que nos queda: compartir más, acercarnos, disfrutar esos rayos de sol que le salen a esta ciudad en sus corazones más dignos. Ese regalo de los abrazos, el diálogo, el compartir un espacio de creatividad -la librería Mamey, ¿por qué no dárselos?
Todo eso lo pensé luego de estar en esa máquina de lectura-transcripción-pidiendo permisos, etc. del libro “Apuntes”, del Dr. Antonio Zaglul. Mientras esas páginas se iban copiando, pegando, cortando, se fueron dando rayos. Llamé y conversé con Bonaparte Gautreux Piñeyro, uno de los contertulios más críticos de Zaglul, y actor de uno de sus artículos más controversiales, pero también, una de las mentes más brillantes de su generación. Alcancé a Clara Melanie, la doctora, quien ahora vive en Madrid, que resultó ser más que un encanto. Pensadora bien crítica como sus padres, encontré a alguien que trascendía el clásico concepto de “hija de”, para ser realmente una pensadora bien necesaria en estos momentos donde las redes nos agobian y cualquiera se convierte en un genio o genia gracias al ChaptGPT.
Durante el proceso de reedición de “Apuntes” estuvo Josefina Zaiter, con quien me unen viejos vínculos de admiración, lecturas, intercambios. Desde hace unos años, Josefina ha sido una de las visitantes más esperadas y especiales, tanto de nuestras fiestas del libro como de las exposiciones que hemos realizado en el Centro Cultural de España.
Siempre me ha llamado la atención su capacidad de vincularnos a muy diversas esferas, asumiendo y dejando roles. Josefina es psicóloga, viuda, amiga, pensadora, convocadora de un selectísimo grupo de amistades. Recalco lo de “selectísimo” porque el oficio de ellas es celebrar la belleza, la ciudad, las ideas, compartir eso que nos queda y que muchas veces tienden a borrarse dentro de la calamidad que es vivir en Santo Domingo.
A pesar de mis estudios de Sociología, al parecer la sociopatía a veces me aturde. En nuestro país la manera más fácil de acercarse al otro es generando lástima, pena o miedo. Cada vez voy con muchísima precaución ante gente nueva. La vejez a veces te lleva a valorar la calidad hasta en el saludo y no ese sentirse festinado por un chorro de gente que sólo sabe decir “saludos y adiós”.
Dentro de ese paisaje la aparición de Josefina ha sido como un bálsamo. No la veo cuanto quisiera, pero cuando acontece algún encuentro da para mucho tiempo de oxígeno. ¡Josefina por las playas de Copacabana, detrás de “La Chica de Ipanema”! ¡La maestra cultivando sus plantas como una devota budista en algún perdido pueblo japonés!
Pero como dije que ella sabe asumir y dejar roles, también tengo que pensar en la psicóloga que ha sabido hacer un perfil del dominicano cotidiano, sacándole aristas complementarias a las que había hecho en “Apuntes” su compañero, el Dr. Zaglul.
Josefina sabe ser viuda, pero también nos permite discutir y recuperar las teorías de quien en vida fuese su media naranja, como si todavía estuviese por ahí, llegando tarde a la casa.
La puesta en circulación de “Apuntes” del Dr. Antonio Zaglul ha sido un punto culminante en este año, justo en el 2025, cuando Ediciones Cielonaranja celebra sus 40 años de existencia y 51 de “Apuntes”.
Editar como manera de acercarnos, celebrarnos, hacer de las ideas sustentos para un país un chin mejor, eso es lo que siempre nos ha inspirado. Sin micrófonos, disfrutando de lo acogedor de un espacio como Mamey, como antes el Parque de los Poetas, compartir con Josefina Zaiter ha sido más que una presentación de un libro: ha sido volver a la calidez de las palabras, esas que te tratan de seguir impulsando a lo más bello que nos queda y que naturalmente nos toca.
¡Gracias, Josefina y a Clara Melanie, por permitirnos reeditar “Apuntes”!
A las y los presentes, igualmente, ¡gracias! A Josefina, Rocío, Dinorah y Anita, entre otras amistades, y a quienes no nombro porque no pude precisar el nombre de todas y todos, ¡gracias!
Del libro realizamos una edición de 30 ejemplares, que se agotó, pero también hay un Amazon, que todavía está disponible, con prólogo de Clara Melanie Zaglul Zaiter y con epílogo de quien firma estas líneas. Aquí va la dirección: https://www.amazon.com/dp/B0DYDPSGZ5
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