Después de la revolución del 1979 para derrocar la monarquía del Shah Mohammad Reza, conocida como la Revolución Islámica, Irán se convirtió en un país con marcadas tendencias a la causa palestina y por lo tanto un adversario del Estado de Israel. Las diferencias de Irán con Israel han llevado a aquel país no solo a apoyar a grupos armados como Hamás o Hezbolá, sino a brindarle sustento económico y armamentista para proseguir con la resistencia. De ahí que se hace necesario entender el conflicto entre Palestina e Israel para comprender a su vez una de las causas de la guerra que actualmente mantienen ambas naciones.
Palestina es un territorio del Medio Oriente compuesto por la Franja de Gaza y Cisjordania, áreas que han sido ocupadas por Israel desde el año 1967. Dicha demarcación ha sido habitada a lo largo de la historia por distintos pueblos, como árabes y judíos, y se ha caracterizado por conflictos prolongados contra los israelíes.
Aquel territorio matizado de inestabilidad presenta dificultades para su reconocimiento como Estado, ya que mientras algunos países, e incluso organizaciones internacionales, reconocen su estatus como estado soberano e independiente, Palestina aún no cuenta con membresía propia en la ONU dificultando así su reconocimiento universal. Sin embargo, el territorio de Palestina cuenta incluso con una autoridad política y un organismo gubernamental propio, como la llamada Autoridad Palestina, que representa a los palestinos en los territorios ocupados; así las cosas, Palestina es una especie de nación que busca constituirse en un Estado Independiente.
Existe como parte del territorio palestino la Franja de Gaza, un territorio ocupado por dos millones de personas y que a su vez están supeditados al mandato de Hamás, una organización terrorista para los EEUU y que busca consolidar el Estado Islámico con los palestinos, erradicando como consecuencia al Estado de Israel.
Esta visión estratégica forma parte de los intereses de la organización y compromete directamente a los palestinos, acentuando aún más los conflictos entre aquella “nación” e Israel, ya que los desacuerdos no se tratan solamente de la lucha de una nación que busca constituir un estado, sino que el surgimiento del Estado Islámico implica la eliminación del Estado de Israel, lo que convierte el conflicto en una lucha de intereses irreconciliables. Entre ambas partes, Irán se inclina apoyar la causa palestina convirtiéndose así en un enemigo natural de Israel.
Considerando las incompatibilidades ideológicas que mantienen ambos países podemos concluir que una de las causas que originan las tensiones son las diferentes posturas que han adoptado aquellas naciones a la causa palestina, posiciones que conflictúan evidentemente a la región. Por otro lado, y como elemento a considerar en el conflicto, Israel lleva años denunciando la peligrosidad que constituye para el oriente medio y para el mundo los avances en los programas nucleares que mantiene Irán con fines belicistas. Naturalmente, el programa nuclear de Irán constituye una amenaza real para el dominio israelí en la región y entra en contradicción con los intereses de los EE. UU. en el Medio Oriente, así como con la política de disuasión atómica que aquel poderoso país mantiene en el mundo.
Sabemos que desde la Segunda Guerra Mundial los EE.UU. atesora armas nucleares, sin embargo defiende, y aún lidera, las objeciones a la proliferación de armas nucleares en el entendido de que éstas pondrían en peligro la existencia misma. Como resultado de aquella visión reguladora de las naciones del mundo, en medio de la guerra, los EE.UU. decidió intervenir lanzando bombas antibúnker en zonas de desarrollo nuclear de Irán, irrumpiendo en el acto los programas nucleares de aquel país y dando por terminada la guerra entre ambas naciones.
A la fecha no sabemos si el cese al fuego anunciado por los pugnantes será sostenible en el tiempo, pero lo cierto es que la intervención estadounidense ha devenido en provecho para el mundo, ya que no solo se ha interrumpido de golpe las intenciones de la llamada “antigua nación persa” de desarrollar y poseer armas atómicas, sino que ha frenado un conflicto cuya escalada pudo ser mayor trayendo como consecuencia la carestía desmesurada de todo los insumos energéticos del planeta.
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