En el dinámico tablero político nacional, los movimientos de los grupos económicos suelen ser señales tempranas de reconfiguraciones de poder. En los últimos meses, importantes sectores empresariales han comenzado a mostrar una inclinación más notoria hacia la figura del expresidente Leonel Fernández, evidenciando una reorientación de sus respaldos estratégicos.
Este fenómeno no responde únicamente a una lógica electoral inmediata. Se trata, más bien, de una lectura más estructural de la coyuntura: ante la incertidumbre que suele caracterizar los períodos preelectorales, los actores económicos tienden a buscar referencias políticas que les ofrezcan experiencia, previsibilidad y capacidad de interlocución con los diversos sectores nacionales e internacionales.
Leonel Fernández, con una trayectoria consolidada al frente del Estado y una red de contactos internacionales amplia, vuelve a posicionarse como un actor capaz de articular confianza en escenarios de transición o de alto voltaje político. Su narrativa de institucionalidad, estabilidad macroeconómica y apertura a la inversión comienza a resonar nuevamente entre sectores que, aunque en años recientes habían diversificado sus apuestas políticas, hoy calculan sus estrategias.
El respaldo de grupos económicos no se traduce solamente en financiamiento, sino también en influencia, en capacidad de articulación territorial, en generación de climas de opinión favorables y en vínculos con estructuras empresariales regionales. Por eso, el acercamiento hacia Fernández puede leerse como un indicador de que su candidatura comienza a proyectarse con mayor fuerza no solo en el plano político, sino también en el económico y estratégico.
Aún es temprano para hablar de definiciones definitivas. Sin embargo, este desplazamiento silencioso pero firme de respaldos empresariales podría ser uno de los factores que definan la recta final del proceso electoral venidero. En la política dominicana, como en toda democracia plural, el voto popular es determinante; pero los apoyos estructurales, como el económico, influyen en la forma en que se construyen las condiciones de gobernabilidad antes y después de las urnas.
Leonel Fernández, en este contexto, no solo suma simpatías políticas: comienza a reconstruir, con paso firme, un andamiaje de confianza entre sectores clave del poder económico nacional.
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