Durante mucho tiempo, en la vida política nacional el doctor José Francisco Peña Gómez gravitó de una forma brillante en la ejecución de planes y estrategias políticas que dejaron claramente demostrado la enorme capacidad de entendimiento y desprendimiento con que era capaz de abordar los más disimiles problemas que, en algún momento, podría poner en peligro la estabilidad y los intereses puros del partido y del país.
Esta reseña viene a colación en relación al evento electoral celebrado esta semana por la alianza opositora “Rescate RD”, en el que se pretendía enviar un mensaje de unidad y fortaleza electoral en el marco de las venideras elecciones presidenciales y congresuales del próximo 19 de mayo.
En este evento, anunciado previamente con estridencias sobre el gran impacto electoral que habría de causar la aparición ante la prensa nacional de las figuras de Leonel Fernández y Danilo Medina, junto a los extractos dirigenciales superiores de las fuerzas que componen dicha alianza opositora; que dio de manifiesto la falta de estas condiciones virtuosas y acrisoladas que integraban la fresca personalidad política del líder de masas que fue José Francisco Peña Gómez.
Evidentemente no hubo alcance del propósito real, que era enviar un mensaje a la militancia propia y a la población sobre la fortaleza y concertación electoral que aseguraba el posicionamiento adecuado para participar y evitar el triunfo en primera vuelta del PRM y el candidato Luis Abinader.
No hubo un gesto franco visible, una sonrisa, un abrazo, un ambiente que transmitiera la seguridad de ese posicionamiento; y no ocurrió así sencillamente porque los líderes que asistieron a dicho evento olvidaron el objetivo real y llegaron cada uno con el ego inflado que les impedía ver el objetivo general y plantarse como estatua en sus objetivos particulares.
Todos echaron a un lado la capacidad del doctor Peña Gómez para la concertación franca. La capacidad de mira que le permitía aflorar el buen juicio político para defender con fuerza sus posiciones, pero a la vez ceder cuando el razonamiento se imponía y, lo primordial, la capacidad de colocar por encima de su interés personal, el interés nacional, y de esto está llena su historia personal, registrando en nuestra vida política reciente un sinnúmero de episodios históricos que así lo atestiguan.
A nuestro juicio, el efecto logrado con ese evento fue poner al desnudo la debilidad absoluta de la alianza opositora para enfrentar al candidato Luis Abinader, dejando ellos mismos constancia de que no hay posibilidad alguna de evitar que triunfe en primera vuelta y reafirmando la grandeza histórica del. doctor Peña Gómez, al considerar el diálogo y la concertación real como herramientas poderosas para la solución de los conflictos políticos y base fundamental para la unidad y fortaleza partidaria.
( El autor es secretario general del PRM en San Cristóbal)