Gonzalo N. Santos fue un cacique político perteneciente a una numerosa generación de políticos que iniciaron su vida pública como generales idealistas y combatieron a favor de la Revolución Justiciera de Francisco Madero para derrocar la larga dictadura de Porfirio Díaz. Luego de esa etapa guerrera  Santos y muchos otros generales ingresaron a la política en el Partido Nacionalista Revolucionario, luego convertido en Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Como político Santos subió rápidamente los escalones de esa actividad. Originalmente fue diputado por San Luis Potosí, durante varios períodos, y luego fue gobernador de esa comunidad también durante muchos períodos. En esa época se convirtió en cacique indiscutible de esa zona; en política, Santos no tuvo que ver con los ideales de Francisco Madero. Se le atribuye haber dicho: “La moral es un árbol que da moras, todo lo demás son zanganadas, excepto la moral de las armas” que servía para que él hiciera realidad su voluntad, la insuperable voluntad de matar en la práctica política.

Su nombre real  era Gonzalo Santos, pero siendo supersticioso decidió agregar una N a su nombre para que no fuera de 13 letras. Fueron muchos los asesinatos que cometió, y cuando injustamente le endilgaron haber cometido un crimen que no había cometido y contestó: “Con todos mis asesinatos, no temo que me atribuyan uno más y sé que tendré que responder en otro mundo con mis culpas. Estoy convencido de que iré al infierno, pero como soy de tierra caliente, ya estoy acostumbrado a las altas temperaturas del infierno”. Santos fue conocido por hacerse de la propiedad de una gran hacienda que lo convirtió en un muy importante latifundista.

Precisamente ese mismo hombre que reivindicaba su voluntad de matar es el mismo que ayudó a Madero a liberarse en momentos en que los seguidores de Porfirio Díaz lo habían capturado. Además, un hermano de Santos fue fusilado por las tropas de Victoriano Huerta, quien fue que derrocó a madero y lo asesinó. También asesinó a un hermano de Madero. Santos siempre señaló que quienes lo acusaban de crueldad eran personas prejuiciadas contra él.

Sin embargo quienes decían que era cruel no eran prejuiciados, pues el mismo Santos proclamaba que cuando un rival le estaba causando perjuicios le aplicaba uno de los tres “ierros”  (Destierro, Encierro o Entierro). Santos y todos los caudillos partían de una misma premisa “todo lo que es bueno en México nos lo debe México a quienes en campo de batalla sufrimos los embates del clima y además pusimos en riesgo nuestras vidas combatiendo contra los porfiristas, huertistas y todos aquellos enemigos de la justiciera revolución de Madero, y concluían diciendo que esas luchas les daban derecho a hacer lo que les viniera en gana sin respetar las leyes promulgadas por reaccionarios que estaban en contra de la revolución”.

El nombre Santos se purifica parcialmente porque su hijo Gastón Santos es el mejor rejoneador de toda la historia de México. Además Gastón fue actor de películas no solo como rejoneador, sino personificando un héroe justiciero que mezcla las virtudes de los charros mexicanos y también personifica los CowBoys de USA.

En términos comparativos se exalta la figura de Santos pues es un caudillo  político que nunca se le asoció con prácticas de producir o distribuir drogas, como ocurre con muchos de los caudillos actuales a quienes se les acusa de proteger a los narcotraficantes.

Eulogio Santaella

Ingeniero

Ingeniero. Fue administrador del Consejo Estatal del Azúcar y embajador en Washington. Profesor universitario. Empresario.

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