El dinero es una entidad paradójica. Un tabú implícito en muchos lugares y tiempos.  Soñamos con él, delineamos nuestros días y nuestras noches con él, nuestras vidas enteras son organizadas bajo su comando.  Desde su aparición como moneda física en el mundo del comercio, reemplazando el trueque realizado con sal o ganado, y en su posterior expansión dentro de un sistema de mercado más complejo e institucional, conducido por los griegos, esta fuerza tan presente y estructurante, que forma un universo en sí mismo, rara vez se discute con transparencia. Tanto en lo íntimo como en lo privado, al dinero no se le confronta; a él se le rodea, se le silencia y, en los peores escenarios, se evita la palabra sobre él. Su reconocimiento como el organizador de vida que es se torna incómodo.

A nivel esencial, el dinero es un símbolo, un catalizador de energía, que cuenta con una historia mítica. En sí mismo proviene de una genealogía simbólica poderosa.  Civilizaciones atrás, en la antigua Grecia, Gaia (diosa de la tierra) y Urano (dios del cielo) engendraron a dioses y diosas primordiales conocidos como titanes y titánides, que representaban fuerzas cósmicas y naturales.  Una de ellas: Mnemósine (diosa de la memoria, del imaginario y de las musas) se une a su sobrino Zeus durante nueve noches consecutivas, engendrando a las nueve musas, fundamentales en las Artes y las Ciencias.

Posteriormente, Mnemósine se transforma en la diosa Moneta en Roma, cuyo templo fue concebido como centro sagrado y estratégico de creación de monedas: un reservorio de dinero, memorias e imaginación. En consecuencia, las raíces simbólicas del dinero lo unen inevitablemente al arte, la memoria y la legitimación cultural.

"El arte es el portal hacia lo invisible que estructura la vida", explica la autora, también fotógrafa, junto al artista Mansour.

El templo de Moneta, además de acuñar las primeras monedas romanas, contaba con los augures, que eran sacerdotes especialistas en la interpretación de señales y voluntades divinas a partir del vuelo de pájaros, tarea primordial para asegurar la buena toma de decisiones gubernamentales (políticas, militares, religiosas).  Evidenciando que desde la antigüedad el imaginario humano encuentra la fuente del misterio en el trayecto de las aves.

En África occidental, dentro de la mitología Akan, el vuelo de las aves es interpretado para entender los mensajes de los ancestros, y es el Sankofa, ave mítica de la tradición de escritura pictórica en la filosofía Akan, que el artista senegalés "deslocalizado" en Berlín hace más de 40 años, Mansour Ciss Kanakassy, toma como símbolo central y recurrente para los billetes que circulan dentro de su proyecto artístico el Quilombo Central Bank.  El Sankofa es un ave que observa el pasado, tomando lo aprendido para reinventar el futuro.

El dinero y los animales van juntos, arquetípicamente hablando: tenemos narrativas de camellos que no atraviesan ojos de agujas y por eso no son admitidos al cielo, perros que quedan fuera de los templos, cerditos que guardan monedas, tiempos de vacas flacas y de vacas gordas.  El dinero y los animales tienen una alianza simbólica, comparten un archai (alma), como nota James Hillman: el animal es el alma del dinero. 3 Es de este modo que la obra de Mansour recibe la fuerza y el sentido de este símbolo, el mítico sankofa (que escucha los ancestros y avanza para construir su porvenir), llevándolo a lo concreto como el sello de las denominaciones monetarias, que desde hace más de veinte años son creadas por el artista dentro del proyecto Laboratorio de Deberlinización, que Mansour creó en 2001 en Berlín.

"El Sankofa representa la memoria como herramienta para reinventar el futuro". (Archivos de la autora).

El Laboratorio de Deberlinización es una iniciativa artística e intelectual que busca desafiar y borrar las fronteras artificiales impuestas a África durante la Conferencia de Berlín de 1884-1885. Este proyecto surge inspirado en la necesidad de una acción-respuesta a un evento decisivo en la historia del colonialismo.

Para esta 36ª Bienal de Arte de São Paulo, Mansour ha creado e instalado un banco simbólico como intervención espacial: la filial del Banco Quilombo como parte de la instalación Gondwana, The Factory of the Future, junto con su correspondiente moneda: el Afro Quilombo.

Su nombre está inspirado en el concepto filosófico de resistencia y emancipación Quilombismo. Desarrollado por el intelectual, artista y activista brasileño Abdias do Nascimento en su obra O Quilombismo, según él mismo: “Quilombo quiere decir reunión fraterna y libre, solidaridad, convivencia, comunión existencial”. El quilombismo conmemora, celebra y estimula las comunidades negras de resistencia durante la esclavitud como modelo de organización social contemporánea.

Esta construcción de mundo se basa en comunidades donde la autonomía, la solidaridad, la ancestralidad africana y la reconstrucción de la memoria colectiva negra afloran y se fortalecen. Adicionalmente, otra fuente de inspiración de las que Mansour bebió para desarrollar el Quilombo Bank es el tontine, que es, a su vez, un modelo económico informal africano y una tradición precolonial de ahorro colectivo donde un grupo de personas contribuye regularmente a un fondo común, y cada miembro recibe el total reunido en turnos rotativos. Es un sistema basado en confianza, cooperación, oralidad y economía comunitaria.

Esta sucursal bancaria lleva el dinero performáticamente de vuelta al "templo", el recinto que guarda el arte, la palabra, la memoria… a la Bienal de Arte de São Paulo, ilustrando los territorios quilombolas del pasado y del presente, tornándose un espacio de acción de resistencia simbólica con esta moneda local, concebida especialmente para la bienal. El sueño de Mansour, donde el arquetipo predominante, según él mismo, es la utopía en el centro de todo. En el centro de mi arte, “esa utopía para mí es el sueño que espera realización”; el arte es mi pretexto para llegar a lo esencial, visibilizar lo visible en lo invisible y plantear algo de justicia histórica dentro de mi quehacer artístico.

Dentro de la obra de Mansour existen tres elementos fundamentales que encuentran inspiración en la filosofía africana bantú: Quintu, Cuntu y Muntu (forma, soporte y contenido). Su obra se nutre de la investigación histórica, el respeto por la memoria y su intención es la de presentar una solución posible para un problema histórico: soberanía económica que se adquiere y concretiza a través del dinero.

"La moneda Afro Quilombo es símbolo de resistencia y soberanía cultural". (Archivos de la autora).

El dinero es, entonces, una experiencia psíquica, pues es una vivencia interna que habita nuestra conciencia, nos genera emociones intensas, imágenes mentales, nos transforma la perspectiva… y así es como la vida ocurre.  Ella sucede en las imágenes, los afectos, los símbolos.  La vida acontece en la experiencia psíquica y el arte es el portal, la fisura hacia esa experiencia.

El arte de Mansour Ciss Kanakassy es gran catalizador.  Nos lleva a un territorio de integración donde el entendimiento mutuo y la responsabilidad existen a partir de la memoria y donde el camino, la verdad  y la vida se construye con cada paso.  ¿Conseguiremos, entonces, dejar que lo inconmensurable del arte nos atraviese la conciencia? ¿Y la vida?

¿Dejaremos atrás antiguas percepciones de nuestro inconsciente, donde el dinero es sucio y no merece entrada en los templos?

¿Qué dioses —y qué demonios— despertará o apaciguará en nosotros?

¿Lograremos limpiarlo de las narrativas que le temen, para llevarlo al templo de nuestra economía simbólica antes de que aparezca en el umbral de su existencia tangible y la soberanía material? Las respuestas, debemos encontrarlas adentro, atravesando la fisura.

Mansour Ciss Kanakassy en las oficinas de la Bienal de São Paulo. Fotografía de Aurora Martínez, 2025.

Referencias

  • Martínez, A. (2025, septiembre). Entrevista personal con Mansour Ciss Kanakassy en el marco de la 36ª Bienal de São Paulo.
  • Ciss Kanakassy, M. (2025). Gondwana, la fabrique du futur [Instalación]. 36.ª Bienal de São Paulo.}
  • Hesíodo. (1999). Teogonía (A. García Moreno, trad.). Gredos.
  • Nascimento, E. L., & Gá, L. C. (2022). Adinkra: sabedoria em símbolos africanos. Editora Cobogó.
  • Hillman, J. (2021). City & Soul (Vol. 2, Uniform Edition). Spring Publications.
  • Feige, J., Bidi, G., & Fane, O. (2025). Tontines d’aujourd’hui et tontines de demain? Enseignements de tontines d’Afrique de l’Ouest. Vie et Sciences de l’Entreprise. Université de Lorraine. Recuperado de https://hal.univ-lorraine.fr/hal-05165629
La utopía es el arquetipo central en la obra de Mansour Ciss Kanakassy (Archivos de la autora).

Aurora Martínez

Historiadora, investigadora, curadora y crítica de arte. Como educadora y directora de La Salvaje – Narrativas Curatoriais, exploro el arte como evidencia histórica y como herramienta de transformación personal y colectiva. Mi práctica se sitúa en la intersección entre pedagogía poética, memoria y procesos comunitarios. He liderado proyectos curatoriales en el Caribe, África y las Américas, colaborando con instituciones culturales, académicas y territorios diversos. Actualmente resido en São Paulo, donde continúo desarrollando iniciativas que cruzan arte, educación y pensamiento crítico.

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