En secundaria me enseñaron el 12 de octubre como día del descubrimiento de América con la llegada de Cristóbal Colón al continente y un grupo de españoles.  Historia mal contada llena de vacíos y distorsiones.

Lamentablemente todavía se enseña así. No se describen las consecuencias para todas las civilizaciones que residían en la región. El despojo de sus tierras, manejo de compra-venta y subastas de personas, violaciones sexuales de las mujeres y niñas, violencia y maltrato sufrido por cientos de miles de personas en esa empresa colonizadora y esclavista  no se visibiliza en el tratamiento de este hecho histórico.

El abordaje de los pueblos originarios en América Latina no aparece en nuestra historia, su cultura, creencias, prácticas y costumbres que son parte de nuestra identidad regional ni la de los nativos de los pueblos y etnias del continente africano que fueron secuestrados, esclavizados y trasladados en condiciones infrahumanas hacia la región. Ciento de miles de personas sometidas a subasta y venta como objetos.

Aprendemos la historia de la civilización occidental como si fuera la única existente en el planeta, negándose y ocultándose con los estigmas de “culturas salvajes” y “no civilizadas” a los pueblos originarios y del continente africano desde el menosprecio a su gran riqueza cultural que corre por nuestras venas y dan soporte a nuestros orígenes.

Un ejemplo de ello es lo que ha ocurrido con la figura de la Diosa Taina del Mar “Atabey” cuya figura se encuentra enclavada en las profundidades de Sosúa  favoreciendo al ecosistema marinos y al turismo de buceo,  el Ayuntamiento y sus regidores pretenden  moverla desde los  estigmas de  “falsa idolatría”.

¿Por qué se ha negado y se niega la verdadera historia del impacto del 12 de octubre y la colonización?

Obviamente que no es por casualidad o por accidente el que no se difundan nuestros verdaderos orígenes culturales y étnico-raciales. Negar nuestras raíces desde la negritud, la africanidad, de nuestros pueblos originarios en el caso de los Taínos y la mezcla con el componente español-europeo ha tenido y tiene una intención clara de seguir reproduciendo la lógica colonialista y racista que se instaló desde el 12 de octubre en toda Latinoamérica.

Cuando los pueblos no tienen conciencia de su identidad cultural y étnico-racial son fácilmente manipulables y normalizan la subordinación y explotación.

Junto a ello ha estado la intención permanente de dividir nuestra sociedad con el desprecio hacia todas las manifestaciones culturales que reflejan la identidad negada convirtiéndolas en: “vulgares”, “brujería”, “idolatría” y “barriales”. Un ejemplo de ello es lo que ha ocurrido con la figura de la Diosa Taina del Mar “Atabey” cuya figura se encuentra enclavada en las profundidades de Sosúa  favoreciendo al ecosistema marinos y al turismo de buceo,  el Ayuntamiento y sus regidores pretenden  moverla desde los  estigmas de  “falsa idolatría”. De esa manera se silencia la historia y se ocultan nuestras raíces y nuestra identidad con el velo de la falsa hispanidad.

Este articulo fue publicado originalmente en el periódico HOY

Tahira Vargas García

Antropóloga social

Doctorado en Antropología Social y Profesora Especializada en Educación Musical. Investigadora en estudios etnográficos y cualitativos en temas como: pobreza- marginación social, movimientos sociales, género, violencia, migración, juventud y parentesco. Ha realizado un total de 66 estudios y evaluaciones en diversos temas en República Dominicana, Africa, México y Cuba.

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