El mundo actual nos empuja a producir y competir sin descanso. En medio de esas presiones, el autodominio mental es imprescindible para adaptarnos y conservar el equilibrio. Normalmente todos creen tener un excelente autodominio mental, hasta que aparece una crisis que los impacte.

Esto ha llevado a la psicología moderna a dialogar con tradiciones filosóficas milenarias como una estrategia para optimizar nuestros pensamientos, agudizar nuestros sentidos, regular nuestras emociones y tener un dominio estratégico de nuestras conductas, permitiendo vivir con propósito, equilibrio y autenticidad. La Psicología del Éxito reconoce que el éxito no puede desvincularse de la salud mental y la autorregulación psicológica.

Las emociones son esenciales para nuestra existencia; sin emociones no hacemos nada. Pero no es lo mismo controlar las emociones que permitir que las emociones nos controlen a nosotros. Se requiere autoconciencia, autorregulación, disciplina emocional y capacidad de enfocar la conciencia de forma plena.

Se considera que el mundo de los negocios es incompatible con las emociones; sin embargo, sin emociones no actuamos. Las emociones son respuestas psicofisiológicas ante los estímulos existenciales; se manifiestan a nivel mental y modifican nuestra biología para generar acciones. Entender y administrar nuestras emociones nos permite un desenvolvimiento superior en cualquier actividad que emprendamos.

En el cerebro, la corteza prefrontal viene a ser como el gerente o director general en nuestras vidas. Está en vinculación estrecha con nuestro sistema límbico o cerebro emocional. Dada la energía que liberan nuestras emociones, pueden incentivar o bloquear los procesos o proyectos que estemos intentando desarrollar. Daniel Goleman, autor de Inteligencia Emocional, señaló que “las personas que manejan bien sus emociones son más efectivas en todos los aspectos de la vida”.

A veces confundimos pasión con convicción y desoímos las alertas de la razón o de quienes nos quieren. Esa ceguera emocional explica muchos fracasos. Tal vez logremos imponer lo que queremos y seguir adelante al engañarnos a nosotros mismos, pero las posibilidades de fracasar son altas. Si crees no tener “suerte” en los negocios, analiza el grado de apertura que tienes para escuchar advertencias o considerar eventos negativos. Algunos que deciden emprender una acción o negocio desfavorable desarrollan la habilidad de convencer a los que les aconsejan de que están equivocados.

Nuestro cerebro nos recompensa con dopamina cada vez que satisfacemos un deseo. Por eso, nos cuesta postergar el placer. Sin embargo, la capacidad de hacerlo (de esperar el momento adecuado) es una de las claves del éxito. Una mente primitiva muestra mucha dificultad para mantener el control ante la necesidad de agua, comida, sexo, diversión o descanso. Nuestra sabiduría nos permite analizar cuándo nos conviene posponer una necesidad. En un nivel un poco más complejo, también necesitamos la aceptación de los demás, afectándonos mucho si son incapaces de valorarnos. Estudios experimentales sobre motivación y conducta han mostrado cómo la incapacidad de postergar, controlar o administrar el placer acompaña invariablemente a la imposibilidad de tener éxito en cualquier aspecto de la vida.

El autodominio favorece la claridad mental, la resiliencia y la visión, facilitando tomar decisiones bajo presión, perseverar, mantener flexibilidad, evitar nuestros bloqueos internos y mejorar las relaciones humanas. Nos permite alcanzar plenitud, sabiendo que no se trata de algún día tener plenitud, sino de vivir hoy de forma plena.

No es descuidar las necesidades básicas: el autodominio se fortalece con alimentación balanceada, descanso adecuado, actividad física programada y sin descuidar nuestra vida afectiva. También reforzamos nuestro autodominio con el estudio, el trabajo, los deportes, la buena lectura y la meditación consciente.

Cuando hablamos de psicología del éxito, nos centramos en la autoeficacia, la mentalidad de crecimiento, el control emocional y la capacidad de fluir y aprender. Tenemos que agregar la capacidad de disfrutar los logros que tengamos. De alguna forma, nuestra labor no puede ser vista como una dura y desagradable batalla; la sabiduría práctica nos recomienda reconocerla también como un juego, entretenimiento o fuente de satisfacción. La compasión o empatía permite que lo que creamos que vale la pena verdaderamente sea útil para la sociedad; puede ayudarnos a diferenciar las presiones de nuestro ego de las decisiones inteligentes de nuestra consciencia.

Dominar la mente no consiste en reprimirla, sino en integrar con inteligencia nuestros instintos, la conciencia y nuestras circunstancias reales.

Además de ser necesario para alcanzar el éxito, el autodominio es esencial para que el éxito que se logre sea sostenible.

Indiscutiblemente hay mentalidades de éxito en las que hay tendencias a utilizar los recursos cognitivos con la finalidad de lograr conductas que sean provechosas.

Quien no es capaz de autodominio tampoco es capaz de dominar cualquier cosa. Para poder controlar, primero debemos controlarnos. Aunque el autodominio parece limitarnos, en realidad nos libera: nos hace dueños de nosotros mismos y de nuestro destino.

Luis Ortiz Hadad

Médico

El Dr. Luis Ortiz Hadad, nació en Santo Domingo, República Dominicana, el 17 de septiembre del 1958. Graduado de Doctor en Medicina en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) en el 1983. Realizó estudios de Filosofía y Teología en la Universidad Pontificia de Salamanca, España (1984-1986). Se especializó como Cirujano General en el Hospital Central de las FFAA-Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) en (1988-1992). Haciendo la subespecialidad en Cirugía Colorrectal en Marsella, Francia (2000-2001). Es Psicólogo Clínico egresado con los máximos honores de la Universidad de la Tercera Edad (2022). Ha sido profesor de Anatomía y Cirugía por más de 20 años en la Universidad Iberoamericana (UNIBE). Es miembro del Comité Editor de la Revista Archivos Médicos Dominicanos (AMED). Presidente de la Sociedad Dominicana de Coloproctología (2011-2013), Presidente de la Academia Dominicana de la Medicina (2016-2018) y Presidente de la Sociedad Dominicana de Médicos Escritores (2023-2025). Es miembro del Colegio Médico Dominicano, del Colegio Dominicano de Cirujanos, de la Sociedad Dominicana de Coloproctología, Asociación Latinoamericana de Coloproctología, Academia Dominicana de Medicina, del Colegio Dominicano de Psicólogos (CODOPSI) y de la Sociedad Dominicana de Médicos Escritores. Presta sus servicios como Cirujano Coloproctólogo y Coordinador del Internado de Cirugía de la Universidad Iberoamericana (UNIBE) en el Centro de Diagnóstico Medicina Avanzada y Telemedicina (CEDIMAT), donde también desarrolla desde el 2022 un programa de Meditación Terapéutica Racional Emotiva. Es escritor de artículos semanales en el periódico acento desde el 2020 y es autor de los libros: Cincuenta Reflexiones. Breve guía para el Homo sapiens y Piensa bien, Vive mejor: Una terapia racional emotiva social. Es reconocido por sus actividades a favor de un mayor desarrollo humano como estrategia prioritaria para el mundo de hoy y enseñanzas de autoayuda basadas en las neurociencias.

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