Más allá de los mecanismos cognitivos generales, ciertos rasgos de personalidad están fuertemente asociados con la propensión a difundir e incluso creer la desinformación. Los rasgos de la "Tríada Oscura" —narcisismo, psicopatía y maquiavelismo— son particularmente relevantes. Los individuos con altos niveles de estos rasgos socialmente aversivos tienden a ser autopromociónales, emocionalmente fríos y agresivos. El narcisismo, caracterizado por la grandiosidad y el derecho, está vinculado a una mayor creencia y difusión de la desinformación.
Esta grandiosidad a menudo implica una sobreestimación de uno mismo y puede manifestarse en interacciones provocativas y desafiantes con otros, incluyendo la acusación pública de inmoralidades. Tales comportamientos grandiosos pueden ser defensivos, surgiendo de una vulnerabilidad, inseguridad o amenazas subyacentes a la autoestima. La presencia de los rasgos de la Tríada Oscura ofrece una explicación profunda e intrínseca para la naturaleza intencional y dañina de las acciones del YouTuber o Influencer, trascendiendo las motivaciones superficiales. Estos rasgos predisponen a los individuos al engaño egoísta y a la indiferencia por el bienestar de los demás. La grandiosidad narcisista, aunque aparentemente fuerte, a menudo coexiste y fluctúa con la vulnerabilidad y la inseguridad. Esto implica que las acusaciones públicas y agresivas podrían ser una reacción a las amenazas percibidas a la autoestima o a la autoimagen del YouTuber o Influencer. El acto de denigrar a otros podría ser una forma de elevarse defensivamente, lo que añade una capa de complejidad a la motivación: no se trata solo de ganar poder, sino de proteger un ego vulnerable.
La psicopatía, marcada por una alta impulsividad y baja empatía, también se asocia con una mayor creencia y difusión de la desinformación. Esta falta de empatía no es necesariamente una incapacidad para reconocer los sentimientos de los demás, sino más bien una falta de voluntad para identificarse con ellos, especialmente si no son relevantes para uno mismo. Esto permite a los individuos ignorar el daño causado por sus falsas acusaciones. El maquiavelismo, el rasgo de personalidad manipulador, se asocia positivamente con la difusión de desinformación. Estos individuos son estratégicos en su engaño, utilizándolo como un medio para obtener poder, influir en otros o evitar la desaprobación. Otros rasgos como la extraversión están consistentemente vinculados a una mayor creencia en la desinformación, mientras que una menor escrupulosidad y amabilidad también aumentan la susceptibilidad a creer y difundirla.
A continuación, se presenta una tabla que resume la asociación de los rasgos de personalidad clave con el comportamiento de desinformación:
Tabla 1: Rasgos de Personalidad Clave y su Asociación con el Comportamiento de Desinformación
Rasgo de Personalidad | Asociación con la Creencia en Desinformación | Asociación con la Difusión de Desinformación | Características Clave (Relevantes para la Desinformación) |
Narcisismo | Positiva | Positiva | Grandiosidad, derecho, explotación, falta de empatía, búsqueda de aprobación, culpabilización de otros |
Psicopatía | Positiva | Positiva | Alta impulsividad, baja empatía, encanto superficial, manipulación |
Maquiavelismo | No medido | Positiva | Personalidad manipuladora, enfoque estratégico, cínico y calculador |
Extraversión | Positiva | Positiva | Tendencia a buscar estimulación social, mayor propensión a creer y compartir información |
Escrupulosidad | Negativa | Negativa | Tendencia a ser organizado, responsable y disciplinado, menor susceptibilidad |
Amabilidad | Negativa | Negativa | Tendencia a ser cooperativo, compasivo y confiado, menor susceptibilidad |
El impulso por el poder, el control y la automejora
A un nivel más profundo, la difusión intencional de falsedades puede entenderse como un medio para satisfacer necesidades psicológicas intrínsecas de poder, control y automejora. Mentir rara vez es un fin en sí mismo, sino un medio para lograr otros objetivos. Estos objetivos a menudo incluyen mantener un autoconcepto favorable y presentar una mejor imagen de uno mismo a los demás. Por ejemplo, la mentira patológica a menudo está impulsada por una baja autoestima y un sentido frágil de sí mismo, con narrativas diseñadas para retratar al mentiroso favorablemente, como un héroe o una víctima. Esta "decoración de la propia persona" sirve para satisfacer la vanidad o buscar venganza, o incluso para provocar simpatía. La mentira como estrategia de auto-regulación es un tema consistente, donde la decepción intencional está profundamente arraigada en el funcionamiento psicológico del individuo.
Las motivaciones para el engaño intencional pueden clasificarse ampliamente como "instrumentales" (para obtener poder, influir en otros o causar daño) y "relacionadas con la identidad" (para mejorar la autoimagen, evitar la vergüenza o proteger la autoestima). Para un YouTuber o Influencer, estas motivaciones se traducen en un deseo de moldear la opinión pública, ganar seguidores que admiren su "coraje" al exponer supuestas fechorías y, en última instancia, afirmar el dominio dentro de su esfera elegida. El acto de acusar públicamente a figuras de inmoralidad, incluso con falsedades conocidas, puede proporcionar un profundo sentido de control sobre las narrativas y los individuos, satisfaciendo una necesidad psicológica arraigada de influencia. La tendencia de los mentirosos patológicos a "adornar su propia persona" presentándose como héroes o víctimas proporciona un patrón psicológico específico para las acusaciones públicas realizadas por los YouTubers e Influencers. Este encuadre les permite justificar sus acciones y obtener apoyo, incluso cuando difunden falsedades, satisfaciendo la motivación de identidad. Además, la desinformación está diseñada para provocar una respuesta emocional en el público, como ira, sospecha, ansiedad o incluso depresión, distorsionando el pensamiento y manipulando la opinión pública. Esta manipulación emocional es una herramienta poderosa para influir en el comportamiento y las creencias de la audiencia, sirviendo a los objetivos de control y valor del desinformador.
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