La logística urbana se refiere al proceso de optimizar el transporte de mercancías en entornos urbanos para mejorar la eficiencia y reducir el impacto ambiental. Implica la gestión del movimiento de bienes dentro de las ciudades a través de estrategias y tecnologías innovadoras, con el objetivo de satisfacer la demanda de los consumidores mientras se mitigan externalidades negativas como la congestión y las emisiones.

La importancia de la logística urbana en el desarrollo de la sociedad es multifacética. Los sistemas de transporte de mercancías eficientes garantizan la entrega oportuna de productos, lo que es crucial para la vitalidad económica y el funcionamiento adecuado de los negocios. Al reducir la congestión del tráfico y mejorar la calidad del aire, la logística urbana contribuye al bienestar general de los residentes urbanos. Además, apoya el crecimiento urbano sostenible mediante la promoción del uso de combustibles alternativos y medidas de ahorro de energía, abordando así preocupaciones ambientales.

Para los individuos, una logística urbana eficiente se traduce en un acceso confiable a productos y servicios, mejorando su calidad de vida. La reducción de la congestión conlleva tiempos de viaje más cortos y menos estrés, mientras que una mejor calidad del aire favorece mejores resultados en la salud.

En términos de desarrollo social, una logística urbana eficiente fomenta la innovación al incentivar la adopción de nuevas tecnologías y modelos de negocio. También desempeña un papel en el turismo al mejorar la accesibilidad y el atractivo de las ciudades, haciendo que sean más atractivas para los visitantes. Sin embargo, el transporte urbano de mercancías contribuye significativamente a efectos no sostenibles en el medio ambiente, la economía y la sociedad, lo que hace necesaria la implementación de medidas de logística urbana sostenible.

La República Dominicana ha experimentado un crecimiento económico sustancial en las últimas dos décadas, con una economía que ha triplicado el promedio regional y ha sacado a 2.8 millones de personas de la pobreza. Este crecimiento ha estado acompañado por una rápida urbanización, con más del 80% de la población ahora viviendo en ciudades.

En la República Dominicana, la urbanización rápida y el crecimiento económico presentan tanto desafíos como oportunidades para la gestión del transporte de mercancías en áreas urbanas.

En ciudades importantes como Santo Domingo, la expansión urbana ha generado desafíos como la congestión del tráfico y la contaminación. Los servicios de transporte público juegan un papel crucial, moviendo al 70% de los ciudadanos, pero aún enfrentan dificultades para conectar a los nuevos habitantes con sus trabajos y otros destinos. A pesar de avances como el metro y el teleférico, el transporte de la última milla, desde las estaciones hasta el destino final, sigue siendo un obstáculo importante.

Para abordar estos desafíos, es fundamental mejorar la cobertura y eficiencia del transporte público, creando nuevas rutas y aumentando la frecuencia de los servicios. Además, se deben implementar soluciones innovadoras para la última milla, como sistemas de bicicletas públicas, scooters eléctricos o microbuses. La planificación urbana también juega un papel clave, diseñando ciudades más compactas que reduzcan la necesidad de largos desplazamientos.

El gobierno dominicano ha priorizado los subsectores del transporte con impactos significativos en la seguridad, la productividad y la calidad de vida, enfocándose en la seguridad vial, la movilidad urbana y el transporte de mercancías por carretera.

Una logística urbana eficiente es esencial para la economía dominicana, especialmente para apoyar sectores clave como el turismo, la agricultura y la manufactura. El desarrollo de zonas francas ha sido fundamental, representando el 67% de las exportaciones del país y generando una actividad económica significativa.

Los principales desafíos incluyen la necesidad de mejorar la infraestructura, garantizar la aplicación efectiva de las regulaciones y abordar las preocupaciones ambientales relacionadas con el transporte urbano de mercancías.

Los Países Bajos han sido reconocidos durante mucho tiempo por sus sistemas de logística urbana avanzados y eficientes. En las últimas décadas, el país ha implementado soluciones innovadoras para abordar los desafíos del transporte urbano de mercancías, con un enfoque en la sostenibilidad, la eficiencia y la integración tecnológica.

El país ha promovido la distribución urbana sostenible a través del uso de vehículos eléctricos y bicicletas de carga para entregas de última milla, lo que ha reducido las emisiones y la contaminación acústica. Además, ha desarrollado Centros de Consolidación Urbana, donde las mercancías destinadas a áreas urbanas se agrupan para optimizar los volúmenes de carga y reducir el número de vehículos de entrega que ingresan a los centros urbanos. También ha implementado sistemas avanzados de gestión del tráfico, utilizando tecnologías inteligentes para monitorear y administrar los flujos de transporte, mejorando así la eficiencia de las operaciones logísticas.

Las asociaciones público-privadas han sido clave en los Países Bajos, ya que las colaboraciones entre municipios, proveedores logísticos y empresas tecnológicas han fomentado la innovación y la implementación de mejores prácticas en logística urbana. Otro aspecto fundamental ha sido la restricción del acceso de camiones grandes a los centros urbanos. En ciudades como Ámsterdam, se han implementado Zonas de Bajas Emisiones (LEZ) que restringen el acceso a camiones diésel más antiguos y exigen permisos especiales para vehículos de más de 30 toneladas. En ciudades como Breda y Maastricht, las entregas en camión solo están permitidas en horarios específicos para reducir la congestión. En Delft, se prohíbe el acceso a vehículos de más de 3.5 toneladas sin una autorización especial, y las actividades de carga y descarga solo pueden realizarse en horarios establecidos.

En cuanto a su aplicabilidad a la República Dominicana, aunque los Países Bajos y la República Dominicana tienen diferencias en infraestructura y desarrollo económico, algunas prácticas pueden adaptarse al contexto dominicano. La promoción del uso de medios de transporte sostenibles, como vehículos eléctricos y bicicletas para entregas urbanas, puede reducir los impactos ambientales. La creación de centros de consolidación en las afueras de ciudades como Santo Domingo puede optimizar las entregas urbanas y minimizar la congestión. También es crucial invertir en sistemas de gestión del tráfico y fortalecer la colaboración público-privada para fomentar soluciones innovadoras en la logística urbana. Además, la regulación del acceso de camiones a las zonas urbanas y la implementación de horarios específicos para las entregas pueden mejorar significativamente la movilidad urbana.

En conclusión, la logística urbana juega un papel fundamental en el desarrollo de las sociedades al garantizar un movimiento eficiente de mercancías, reducir los impactos ambientales y mejorar la calidad de vida en las ciudades. En la República Dominicana, la urbanización rápida y el crecimiento económico presentan tanto desafíos como oportunidades para la gestión del transporte de mercancías en áreas urbanas.

Al aprender de la experiencia de los Países Bajos y adaptar las mejores prácticas al contexto local, como la implementación de centros de consolidación, la promoción del transporte sostenible y la regulación del acceso de camiones, la República Dominicana puede avanzar en el desarrollo de su logística urbana. Estas medidas contribuirán al crecimiento económico sostenible, mejorando la movilidad y la calidad de vida de los habitantes urbanos.

Armand Toonen

Director Ejecutivo del Holland House Caribbean. Consejero Independiente

Armand Toonen, PDEng MSc CPIM MBA, es actualmente Director Ejecutivo del Holland House Caribbean, Consejero Independiente e inversionista. Armand tiene treinta años de experiencia en multinacionales de clase mundial que operan en servicios financieros, telecomunicaciones y alta tecnología en Europa, América y Asia. En la Republica Dominicana trabajo como Vicepresidente en Orange, AGL, Banco Santa Cruz y Altice. Historial comprobado como CEO, CCO, CMO, COO, CSO y consultor. Experiencia en “growth hacking” mediante redefinición de estrategias, transformación (digital), fusiones y adquisiciones y creación de equipos de alto rendimiento. Armand tiene un doctorado y varias maestrías en administración de empresas, ingeniería industrial y logística. Se preparó entre otros en Harvard Business School y Hemingway para el rol de consejero. Ex miembro del Programa de Liderazgo Global de Vodafone.

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