La crisis reciente en Argentina, debido al colapso de la criptomoneda $Libra, la cual fue promovida por el presidente Javier Milei, pone de manifiesto que la fama o la experticia en campos como la economía, la agronomía o la medicina no garantizan una gestión política efectiva. Este episodio resalta la necesidad de que quienes aspiren a cargos públicos comprendan profundamente la política y se comprometan genuinamente con el bienestar social, más allá de cifras y teorías. Se necesita pragmatismo responsable y menos dependencia de la viralidad por internet; la inmediatez, sin los filtros adecuados puede ser perjudicial, ya que obliga a la información a la prueba del polígrafo.
El fenómeno de los "outsiders" en la política —figuras que proceden fuera del ámbito político tradicional— ha ganado terreno en diversos países. Estos carismáticos individuos capitalizan el desencanto ciudadano con las estructuras políticas de siempre, y se presentan como salvadores para el cambio. Sin embargo, muchas veces la falta de experiencia y comprensión hacia las complejidades gubernamentales puede conducir a decisiones desacertadas, como lo demuestra el caso de Milei y la criptomoneda $Libra. La promoción de esta moneda digital, que resultó en pérdidas millonarias para más de 40,000 inversores, ha sembrado dudas sobre su capacidad para liderar el país, hasta el punto de pedir su destitución.
Lo esencial es que cualquier aspirante a cargos público no solo posea credenciales profesionales, sino que también estén dispuestos a involucrarse de manera horizontal con la sociedad, comprendiendo sus desafíos y necesidades desde la base. La política no se trata únicamente de resolver ecuaciones en papel y estar con seguidores en redes, sino de abordar problemas reales que afectan a una sociedad. Esto requiere una conexión auténtica con la población, un compromiso que fusione las habilidades profesionales con las estrategias políticas de una nación.
Es cierto que la aparición de estos "outsiders" puede generar expectativas de renovación y cambio. No obstante, es fundamental que el electorado evalúe críticamente las propuestas y antecedentes de estos candidatos. La confianza depositada en figuras sin trayectoria política puede arrojar soluciones simplistas o perjudiciales, poniendo en riesgo la estabilidad y el progreso de una nación.
En conclusión, una política efectiva demanda más que notoriedad o éxito en otras disciplinas. Requiere una comprensión profunda de las dinámicas sociales y políticas, así como un compromiso inquebrantable con el bienestar colectivo. En la actualidad, observamos cómo ciertas comedias no solo provocan risas, sino que también pueden influir en conflictos, y cómo algunas teorías económicas se desarrollan alejadas de la realidad de las mayorías. Por ello, es imperativo contar con líderes verdaderamente conectados con sus comunidades, capaces de implementar soluciones duraderas.
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