El fin de semana pasada, 4 de julio de 2025, Día de la Independencia de los Estados Unidos, una inundación repentina por lluvias dejó decenas de muertes y destrucción en Texas. Se estiman más de 150 personas fallecidas en el Condado de Keer, comunidad sorprendida por fuertes precipitaciones caídas en dos horas.
Desde el viernes pasado, los organismos de socorro y emergencias buscan a decenas de personas desaparecidas en los escombros, arrastrados por la crecida del rio Guadalupe. Se teme que los desaparecidos hayan perdido la vida al quedar sepultados en el lodo.
Otras comunidades cercanas a la rivera del río quedaron también anegada totalmente con la crecida del caudal del río, el cual penetró zonas habitadas y llegó hasta lugares donde se realizaban campamentos infantiles.
Lo grave del impacto del fenómeno no son las pulgadas de agua, sino el número de fallecidos que el fenómeno ha ocasionado, incluyendo a niños, niñas y adolescentes que fueron atrapados mientras acampaban.
Cuando decimos que el cambio climático no discrimina, nos referimos, precisamente, a ese tipo de comportamiento del clima, ese que hoy ha llevado luto a la población de Texas. Un evento que ha provocado desesperación y desconsuelo.
Luego de ese lamentable evento, en lo material y humano, las autoridades de Texas tendrán que evaluar lo acontecido. Analizar qué fue lo que falló en el sistema de emergencias de esa ciudad, específicamente, en lo relacionado con las alertas tempranas.
Hay quienes dicen que los avisos no llegaron a tiempo por la hora en la que ocurrió el hecho, por lo que no fue posible alertar a la población que se encontraba durmiendo y vacacionando en la zona cercana al río.
Las opiniones de los ciudadanos cuestionan las medidas de la actual administración de reducir el presupuesto del sector de emergencias, y que incluso, expresó cerrar la Agencia de Manejos de Emergencias de los EE. UU. (FEMA). Se rumora que el fallo de un dique pudo haber ocasionado la avalancha.
Se trata de un hecho que llama a reflexionar sobre lo que plantea el Marco de Sendai, de que: “las naciones tienen el compromiso de fortalecer, establecer y promover una cultura de prevención. Y que ese llamado se hace desde la legislación, la política e instrumentos de gobiernos y sectores privados, integrando la participación de las comunidades”.
Se trata de un suceso lamentable que acontece en un momento en que el gobierno de EE. UU. retira su apoyo a varios acuerdos climáticos en diferentes cumbres globales y regionales. Y en un momento, también, en que la administración del gobierno de los Estados Unidos no firma convenios que aborden el enfrentar la realidad del cambio climático.
En un contexto de riesgo de desastres en que el cambio del clima se acrecienta en el mundo, y cuando se necesitan de instituciones y agencias que gestionen de forma inteligente las posibles variables de amenazas climáticas.
El contar con equipos de profesionales como los de FEMA pueden hacer la diferencia al estar preparados para acompañar a la población en los diferentes escenarios de riesgos. Nuestras condolencias a las familias de las víctimas del río Guadalupe en Texas.
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