República Dominicana tiene un gran parque vehicular, por la falta de un transporte eficiente, que ha obligado a los dominicanos adquirir soluciones individuales para lograr su desarrollo social. Actualmente tenemos más de tres millones seiscientos mil (3,600,000) motoristas que son utilizado para el servicio de transporte, envío, mensajería, diversión, uso personal, fechorías y otras acciones inconfesables, que vienen siendo el 60% del parque vehicular, que aportan más del 65% de los muertos y heridos en accidentes. Sin control, sin identidad ni seguros, lo que es una inmoralidad social que nos involucra a todos.

Muertes por accidentes de tránsito (2020–2024), de acuerdo con múltiples fuentes confiables:

2020: 2,711 muertes por siniestros viales
2021: 2,967 muertes
2022: 2,921 muertes
2023: ONE reporta 1,949 muertes, cifra correspondiente a fallecimientos in situ. Otros medios indican cifras más altas, como 3,128 muertes
2024: según Opsevi/INTRANT: 3,114 muertes. Según ONE (muertes in situ): 1,961 fallecimientos; otra fuente reporta 3,128 muertes, junto con 19,960 heridos en 14,179 accidentes,

El 70% de todos estos muertos lo aportan los motoristas que más del 70% son jóvenes de 18 a 27 años, en pleno desarrollo de su vida, que además son sustento de sus familias, pasando a ser una carga social que fortalece el circulo de pobreza de cualquier comunidad, más los gastos que incurren en hospitales, tanto las familias como el propio Estado, solo por carecer de políticas públicas y estrategia para minimizar esta gran tragedia nacional que son los accidentes de tránsito.

El Estado, o cualquier organización preocupada por la situación debiera hacer un estudio de los perjuicios para la sociedad de los accidentes de tránsito y el caos en que estamos envuelto. La falta de enfrentar y corregir este mal, le está acarreando muchos problemas económicos y sociales al país, que se convierten en una espiral que crece incontrolablemente, haciéndose cada vez más difícil resolverlo.

Cada accidentado le cuesta en gastos hospitalarios al presupuesto entre RD$300,000.00 a RD$1,000,000.00, pero ¿sabemos cuánto le cuesta a cada familia?, ¿sabemos cuántas son las pérdidas de los bienes accidentados en las vías públicas por accidentes de vehículos? Muchas de estas, son reparada o dejada a su merced por el gobierno, como los postes del tendido eléctrico, las barandillas, los puentes, los árboles, las viviendas y animales etc.

Otro factor a calcular son las inasistencias a los trabajos de los lesionados, el estrés y la salud de los transeúntes, las riñas y conflictos que generan los accidentes y la mala conducta de nuestros conductores por falta de educación y cortesía, las horas que se pierden y el combustible que se quema en el gran embotellamiento de las vías, la imagen del país para el turismo que se ve afectado por los accidentes donde se lesionan y mueren turistas extranjeros.

El gobierno, los partidos políticos, el liderazgo social, religioso y político deben asumir este gran problema social con carácter y responsabilidad. Así como asumimos la covid-19 para evitar muertes innecesarias, debemos hacerlo con los accidentes y caos del tránsito. Es un asunto nacional que nos está afectando a todos y que no podemos vivir de espalda mientras se expande como un cáncer que pudre todo el tejido social.

Osiris Mota

Político

Soy Administrador, cooperativista, cofundador de Seguros Reservas, del Centro Asistencial del Automovilista y de Coop. Mano Solidaria, Consulto de Seguros ...

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