En meses recientes ha surgido una avalancha impresionante de “buenas nuevas” acerca de nuestra industria turística. A juzgar por lo reportado por la prensa local solamente, no cabe duda de que estamos inmersos en una bonanza sin precedentes y que las perspectivas futuras pintan deslumbrantes. El entusiasmo resultante, sin embargo, debe ser temperado desinflando algunos globos publicitarios preñados de intereses comerciales y/o políticos. A la larga estos pueden hacer mucho daño, la opinión pública debe ser edificada con las verdaderas realidades.  

Tal vez la apoteosis mediática mayor ha sido la colosal fanfarria montada sobre el anuncio de que el país alcanzó la meta de los 10 millones de turistas. Eso equivale a ufanarse de una mentira. De acuerdo con la OMT, solo califican como turistas aquellos que pernoctan en el destino por lo menos 24 horas. Los cruceristas no son turistas, amen de que casi la mitad de los pasajeros del crucero no se desmontan del barco y, en consecuencia, no pueden contabilizarse ni siquiera como visitantes. El pasado año fueron solo 7,863,542 los llegados por vía aérea que si fueron turistas.

Los cruceristas fueron 2,168,209 en el 2023, casi el doble del año anterior. Pero el brillo de ese volumen desaparece cuando se toma en consideración, además de los que no se desmontan, su estadía y su gasto en los puertos de atraque. La visita de los barcos cruceros dura apenas entre 4 y 8 horas, por lo que hasta el calificativo de “visitante” es exagerado, especialmente cuando se le compara a la estadía promedio de 8.3 noches de los turistas de vía aérea. Y ni hablar de la disparidad en el gasto promedio diario: mientras los turistas gastan en promedio unos US$153 los cruceristas que se desmontan gastan entre US$90 y US$116. Además, el total del gasto de estos ultimos debe calcularse en base solo a los que se desmontan y no sobre el total de llegados.

[Afortunadamente, en FITUR 2024 el MITUR uso el término “visitante” y distinguió entre turistas y cruceristas, pero una parte de la prensa local continúa englobando las dos categorías.]

De similar frívola catadura ha sido casi todo lo relativo a la romería anual a FITUR. Esta feria ha devenido en un “jolgorio” de traficantes de desinformación, muchos de los cuales solo acuden a satisfacer sus efluvios bohemios y sibaríticos. Un punzante AM de Diario Libre dejó claro que se yerra el tiro cuando esa feria turística se prefiere por sobre las dos ferias turísticas más importantes (ITB Berlin y el World Travel Market), tal vez por la dificultad del idioma. A eso hay que añadir que se ignoran también los dos mercados emisores mas importantes para el país (EEUU y Canada). Es en esas otras plataformas donde debería el país concentrar su esfuerzo promocional.

Los medios locales de comunicación generaron una engañosa percepción de FITUR 2024.  La abrumadora cobertura mediática de sus reportes comunica la impresión de que el evento fue acaparado por nuestro país. La realidad fue, sin embargo, que de los 152 países que participaron el nuestro generó muy pocas noticias internacionales: https://www.tourinews.es/tag/fitur-2024.  Si lo que se busca es promover la imagen del país en los mercados emisores, la publicidad del evento no debería ser para el mercado local. Según un prominente empresario “toda promoción es buena para el pais”, pero de nada sirve que asistan 132 periodistas, comunicadores e influencers nuestros porque el blanco de su público es nacional. Se reportó que el Banreservas y el Banco Popular pagaron los gastos de esos comunicadores y el ministro se jactó de que el MITUR no paga eso

El tropel de noticias para consumo local incluyó el monto reportado de las nuevas inversiones, los nuevos financiamientos de la banca nacional, los acuerdos con líneas aéreas y turoperadores y las reuniones de negocios celebradas. En el evento se anunció que se captaron nuevas inversiones por US$3,500 millones, pero no existe la más mínima posibilidad de que esa captación se haya hecho durante un evento de tres días. Los proyectos a que se refiere ese monto tienen que haber sido concebidos y tal vez formulados con meses sino años de anticipación. Lo mismo podría decirse de los nuevos financiamiento de la banca nacional. Banreservas supuestamente asignó US$2,600 millones para 25 nuevos hoteles, el Banco Popular US$1,420 para construir unas 7,000 nuevas habitaciones y el Banco BHD unos US$500 millones. Aparenta una contradicción que el monto total captado se haya cifrado en US$3,500 cuando el total de esos tres bancos asciende a US$4,520.

Mas intrigante y contradictorio fue lo anunciado respecto a los nuevos proyectos turísticos supuestamente captados en FITUR 2024. “La delegación encabezada por el ministro de Turismo David Collado cerró su participación en FITUR 2024 con 19 nuevos proyectos turísticos, con una inversión de 3 mil 500 millones de dólares, que aportarán más de 9 mil nuevas habitaciones hoteleras en diferentes puntos del país. De esas habitaciones se espera que 2 mil 48 estén operando para el periodo verano-invierno de este año y otras 3 mil 106 para el 2025.” No se explica que las nuevas captaciones incluyan mas de cinco mil habitaciones que abrirán entre este año y el próximo, ya que construir un hotel se toma por lo menos 18 meses. Además, el ministro había reportado anteriormente que en los próximos dos años se abrirán unas 16,000 habitaciones nuevas.

FITUR 2024, recibió 250.000 visitantes: más de 153.000 profesionales y de 97.000 personas de público general, con la participación de 152 países y 96 representaciones oficiales.” De acuerdo a nuestro ministro de Turismo “en FITUR cerraron además 16 acuerdos con tres aerolíneas (las españolas Iberia y Air Europa y la suiza Edelwise), con 11 touroperadores y dos con agencias de viajes, una de ellas El Corte Inglés.  El objetivo de estos acuerdos es atraer a República Dominicana a 322.000 pasajeros, con un impacto en divisas superior a los 280 millones de dólares, y que suponen de manera directa e indirecta más de 26.000 empleos,”

Ahí el espejismo publicitario es la atribución de esas bondades a los “acuerdos”. Alegar que ellos se firmaron durante los días de la feria es una de las tantas frivolidades con que se adorna la participación nuestra en el país. Esos “acuerdos” no son mas que contribuciones promocionales que hace el MITUR para que esos operadores turísticos proyecten la imagen del país en su promoción propia. Cuando llega la fecha de FITUR debe hacer tiempo que se concertaron y solo se usa el evento para abultar logros que son tradicionales. En el caso de las líneas aéreas su decisión de incrementar frecuencias o crear nuevas rutas son decisiones tomadas después de un análisis previo del mercado que puede haber tomado meses.

Algo similar pasa con algunas buenas iniciativas que ha emprendido el MITUR. El anuncio de una Estrategia de Desarrollo del Turismo Deportivo, el desarrollo de la gastronomía con el Basque Culinary Center, y el desarrollo de una universidad turística en la región este son todos anuncios muy positivos de su gestión. Y no es objetable que se use la plataforma de FITUR para anunciar estas iniciativas con bombos y platillos, además de proyectar los destinos de Miches, Cabo Rojo y Punta Bergantín. Lo mismo puede decirse de los proyectos hoteleros que fueron anunciados en la ocasión: el Four Seasons de Cisneros, el hotel de ultralujo del Grupo Punta Cana y Meliá, los grandiosos proyectos de Cap Cana, el nuevo hotel Wyndham, etc. En todos estos casos se justifica que los medios locales lo reporten localmente, pero también debe admitirse que son anuncios que se pueden hacer aquí para evitar el gasto de una estadía madrileña.

Lo que no es adecuado es que se use la plataforma de FITUR con fines políticos. Hubo reportes de prensa que señalaron que el ministro de Turismo anunció su proyecto presidencial para el 2028.La comunicadora dominicana Claudia Pérez (conocida como ‘La Tora’) ha asegurado en un vídeo difundido en redes sociales que David Collado hizo el anuncio durante uno de sus diferentes discursos durante la celebración de FITUR. “David acaba de lanzar su candidatura a la presidencia en el 2028 en la presentación de la República Dominicana en un evento para touroperadores, agentes de viajes, empresarios, medios de comunicación e invitados especiales.” Eso fue luego desmentido, pero el ministro recibió varios reconocimientos que parecieron apoyar esa afirmación.

Mientras tanto, dado el clima electoral en que nos encontramos sería conveniente que el ministro explique algunas declaraciones recientes sobre su gestión. Ha dicho, por ejemplo, que en los 55 viajes que ha hecho durante su gestión no ha gastado los fondos del MITUR para cubrir pasajes aéreos ni viáticos. Unido al hecho de que para septiembre del 2023 su cartera solo había ejecutado un 23% del presupuesto asignado y a que el MITUR dispone de US$100 millones para la promoción internacional, cabe preguntarle con el estribillo de la salsa que dice: “¿Y cómo lo hace, cual es el negocio?” ¿Debería el MAP concederle un reconocimiento por estos “logros”?