Poco a poco, este diciembre se ha puesto aburrido, pese a los ruidos navideños: Abinader dedicado, con su sonrisita sin corbata, a entregar bonos a dos manos; la frontera bien, gracias, ya no suena como hace un mes y ni se sabe cuántos haitianos han sido deportados en las últimas semanas; la canasta básica, la más famosa de todas las canastas, sigue igual con lo mismo desde siempre: arroz, habichuela, carne, frito verde y ensalada…(Lo único que más o menos empieza a entretenernos es la callada guerra pandilleril en cada partido electorero, desatada a destiempo por Abinader, al anunciar que no buscará cuatro años más en el 2028).