Vigo, Galicia- La apertura de la 55 Asamblea General de Organización de Estados Americanos (OEA), en la caribeña Antigua- Barbuda, marcó la entrada al cargo de Secretario General al surinamés, Albert Ramdin, en los trabajos enmarcados por conflictos regionales e internacionales y un llamamiento a la paz así como promesas para intervenir en la violenta crisis haitiana.
El surinamés, Albert Ramdin sustituyó al uruguayo Luis Almagro, quien ocupó el cargo desde 2015 hasta marzo pasado.
Para Ramdin “el incremento de las recientes acciones militares en Oriente Medio y los conflictos en curso deben evitarse a toda costa”.
La crisis haitiana ha sido otro de los grandes temas de la asamblea donde las bandas armadas siembran el terror con ataques, asesinatos, secuestros y violaciones. Otros de los focos de tensión es Venezuela y la región de Esequibo y su riqueza petrolera.
Ramdin insiste en que los países miembros de la organización “presten apoyo” a la misión de seguridad desplegada el año pasado, bajo el liderazgo de Kenia en Haití.
Los trabajos de la Asamblea General acoge la participación de cancilleres de América, así como el subsecretario de Estado de Estados Unidos, Christopher Landau.
Igualmente se vio la marcada disyuntiva entre EEUU y algunos países miembros tales como Chile, Colombia y Brasil que han criticado el bombardeo norteamericano y alegan violar el derecho internacional y escalar la violencia. Mientras, Argentina ha respaldado a Estados Unidos; y otros, como Cuba y Venezuela, se han solidarizado con su aliado, Irán.
La asamblea de tres días, en la que participan representantes de 35 países, se celebró sin que se conozca la participación de algún puertorriqueño en calidad de observador. Puerto Rico no pertenece a la organización por su delegación soberana a los EEUU.
No obstante Puerto Rico ha colaborado a través de proyectos y acuerdos que han procurado fortalecer el acceso a la justicia en desarrollo local y el intercambio de conocimientos entre líderes de las Américas.
En un caso novedoso y cargado de estrategia anexionista, el exgobernador Pedro Rossello, acudió en el 2000 a la Comisión Interamericana de Derechos Civiles de la OEA y argumentó ante este organismo que privar a los puertorriqueños de votar por el presidente de Estados Unidos viola los derechos humanos de los más de tres millones de ciudadanos estadounidenses en la Isla.
La Comisión admitió la denuncia pero nunca fue claro en su determinación que demoró una década en atenderla.
Pese a su ausencia de soberanía, Puerto Rico ha pertenecido a otras organizaciones internacionales en calidad de observador como ser uno de los cuatro miembros asociados de la Organización Panamericana de la Salud, de la cual actualmente es miembro.
Pero igualmente del 1985 al 1992 perteneció como observador en otros organismos internacionales.
La ausencia de designación de nuevos observadores así como el impago de cuotas ha limitado la participación en algunos de estos foros. Algunos de ellos son ideales para el intercambio de relaciones con más peso que el turismo diplomático, que modernamente se reserva exclusivamente a La Fortaleza.
La asignatura pendiente es pertenecer como país miembro en el foro mundial de la ONU, posibilidad que se balancea en impedimentos, bloqueos y zancadillas entre EEUU y Puerto Rico. Tanto ello, como el poco entendimiento de lo conveniente que Puerto Rico amplíe su visión a nuevas metas internacionales.
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