En este pais es donde mejor se aplica el dicho “palo si boga y palo si no boga”.
A raíz del derrumbe del techo de la discoteca Jet Set, donde fallecieron 226 personas sin distinción de edad sexo, la ciudadanía exigió durante semanas las obras que se construyen en país sean mejor supervisadas y las que están construidas, someterlas a una inspección inmediata.
El MIVED, a través de la dirección de Tramitación, Tasación y Licencias responsable ahora de las edificaciones, estableció nuevas tarifas a los contratistas de acuerdo con el tipo de obra, cuyo pago se realiza a través de una ventanilla única de construcción e inspección. Sin embargo, nuevas tarifas, apenas cubren un 55% del costo en que se incurre para realizar estas actividades. O sea, hay un subsidio implícito muy costoso.
Como es típico en este bello país, de inmediato vinieron las protestas. Por ejemplo, la Asociación de Promotores y Constructores de Viviendas del Cibao (Aprocovici) hizo un llamado formal al Ministerio de la Vivienda y Edificaciones (Mived) para que reconsidere las nuevas tarifas impuestas.
Alegan que eso afectaría al sector y aumentaría los costos de las edificaciones, que serían transferidos a los compradores.
Es cierto, pero no invalida la decisión ya que son esos compradores y no los contratistas quienes sufrirán cualquier desprendimiento de una pared, un techo o el derrumbe de un balcón.
Nadie quiere pagar la supervisión porque lo ven como un gasto y no como una inversión. Por esa falta de supervisión muchas obras en República Dominicana caerán como ficha de domino de ocurrir un temblor que supere los 6.5 grados en la escala Richter.
La supervisión es tan importante como la misma construcción de una obra y esa supervisión debe ser garantizada por empresa de reconocida integridad y capacidad de las que hay pocas en el pais.
Un supervisor que se venda a un contratista permitiéndole reducir la cantidad de varillas que exige la obra o colocar techos que se filtran como un colador, por la mala calidad del material, es una verdadera tragedia.
El MIVED fue creado hace apenas 3 años y medio (agosto del 2021) y comenzó a operar oficialmente en enero del 2022. Pero sobre sus hombros descansa la gran responsabilidad de que todas las obras que se construyen en el pais cumplan las especificaciones técnicas y estructurales al pie de la letra.
Estamos en una zona sísmica, con largas temporadas de lluvias y huracanes que inundan el pais y causan estragos en ríos y cañadas que se desbordan y arrasan con todo.
Hay edificios que han colapsado por esos fenómenos naturales. Como también hay escuelas que se agrietan y hospitales que se inundan por la mala calidad de las obras.
Insistimos en que la supervisión debe recaer en empresas reconocidas, sean para un complejo habitacional, un metro, elevados, carreteras, túneles (para evitar derrumbe como el del 27 de febrero) y edificaciones públicas, especialmente las deportivas donde acuden miles de personas.
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