Nuestra vibrante, diversa y hermosa ciudad fue construida y sostenida por nuestros padres, abuelos y generaciones pasadas. Sin embargo, hoy en día, demasiados neoyorquinos mayores luchan por encontrar un hogar estable. En el Departamento de Preservación y Desarrollo de Vivienda (HPD) estamos repensando cómo atender a esta población, reconociendo que no existe una solución universal.
Uno de los enfoques más eficaces para abordar este desafío —y un compromiso central de nuestro trabajo para garantizar una vivienda equitativa y una verdadera movilidad— es asegurar que las viviendas en las que invertimos estén diseñadas para ser universalmente accesibles. Por eso, en colaboración con el Concejo Municipal, aprobamos la Ley Local 30 del 2023. Basándonos en nuestros esfuerzos en curso para incorporar un diseño adaptado a las personas mayores, esta ley codifica los estándares de diseño universal en la mayoría de las nuevas construcciones del HPD. Características como reducir obstrucciones, barras de apoyo adicionales, encimeras ajustables y ubicación accesible de interruptores, enchufes y termostatos hacen que estas casas sean más habitables para todos, independientemente de la edad o la movilidad.
Mientras tanto, y a medidas que nos esforzamos por alcanzar ese objetivo universal, también trabajamos para mejorar las herramientas que tenemos actualmente. Me enorgulleció acompañar recientemente al alcalde Adams en el anuncio de importantes reformas a nuestro programa de Apartamentos de Alquiler Asequibles para Personas Mayores (SARA). Estos cambios crean nuevas oportunidades para la convivencia intergeneracional en viviendas asequibles al permitir la creación de proyectos con unidades de dos habitaciones, lo que permite a las personas mayores vivir junto a familiares o personal de apoyo en entornos inclusivos, a la vez que se fomentan los vecindarios familiares. Esto se basa en actualizaciones anteriores de SARA de esta Administración, como un programa piloto lanzado el otoño pasado que prioriza el 10% de las unidades para adultos mayores que actualmente viven en hogares inaccesibles. En conjunto, estas reformas reflejan una idea simple pero contundente: la vivienda asequible para personas mayores no solo debe brindar refugio, sino que debe fomentar la dignidad, la independencia y la vida comunitaria.
¿A qué se debe el cambio? El programa SARA de la ciudad, cuyo objetivo es desarrollar viviendas sumamente asequibles y adaptadas a la edad de las personas mayores, se ha centrado históricamente en estudios y unidades de una habitación. Si bien esta estrategia beneficia a muchas personas mayores, estamos aprovechando esta oportunidad para mejorarla aún más y atender las diversas necesidades de los neoyorquinos mayores. Un estudio reciente del Centro de Investigación sobre Oportunidades de Vivienda, Movilidad y Equidad muestra que uno de cada tres neoyorquinos mayores vive con hijos adultos, y la mayoría de estas familias se han mudado juntas a su vivienda actual. De hecho, cuando las personas mayores se mudan más tarde en la vida, es aún más probable que lo hagan junto con sus familiares, lo que pone de relieve la creciente necesidad de modelos de vivienda más flexibles que faciliten la permanencia de las familias.
Las nuevas normas exigen que en las Áreas de Asequibilidad Limitada (AAL), barrios con pocas viviendas altamente asequibles, cualquier nuevo proyecto SARA incluya al menos un 20 % de unidades de dos dormitorios para dar cabida a hogares multigeneracionales y promover la convivencia intergeneracional. Fuera de las AAL, los promotores inmobiliarios tendrán ahora la opción de incluir un 20 % de unidades de dos dormitorios como parte de una transición más amplia hacia un diseño de vivienda más flexible e inclusivo. Esta es una gran noticia para Nueva York, y nos entusiasma que este cambio se incorpore en las futuras propuestas de construcción.
Al pensar en los adultos mayores, debemos pensar en la ciudad que disfrutamos hoy y que intentamos preservar y mejorar para las generaciones futuras. Estos son los pequeños empresarios, trabajadores de emergencias, bomberos, enfermeras, oficiales de policía, educadores, obreros, activistas y vecinos que han forjado el tejido cultural y cívico de nuestra ciudad y cuya presencia continua fortalece las comunidades que ayudaron a construir. Las nuevas actualizaciones harán que el programa SARA tenga un impacto aún mayor. Estos ajustes garantizan que, en el futuro, los cambios en las responsabilidades familiares o las circunstancias de vida no representen un obstáculo para acceder a las oportunidades de vivienda en este programa. Ahora, más personas tendrán la oportunidad de vivir sus años dorados en viviendas seguras y asequibles, y de envejecer con la dignidad que merecen.
Entendemos que nuestra misión va más allá de la simple construcción y conservación de apartamentos: se trata de crear oportunidades y entornos donde las personas y las familias puedan reunirse y prosperar en cada etapa de la vida. Por eso, también participamos con orgullo en el Gabinete Municipal para los Neoyorquinos Mayores, una iniciativa multiinstitucional lanzada en 2022 para garantizar que nuestros sistemas, políticas y operaciones reflejen mejor las necesidades de una población que envejece. También apoyamos las iniciativas de resiliencia comunitaria de la ciudad y, recientemente, nos asociamos con el Departamento de Edificios para lanzar el Desafío de Innovación "Abriendo Puertas", un esfuerzo para solicitar opiniones y comentarios con el fin de promover soluciones innovadoras del sector para mejorar la accesibilidad en espacios residenciales, empresariales y comerciales en toda la ciudad.
A medida que continuamos abordando los urgentes desafíos de vivienda actuales, el objetivo de este enfoque multifacético es apoyar las necesidades multigeneracionales y acoger a los neoyorquinos de todas las edades. Mientras trabajamos para que cada vivienda sea universalmente accesible, también utilizaremos nuestras herramientas para resolver los problemas que vemos hoy. Nos basamos en los cimientos construidos por las generaciones anteriores; ahora nos toca construir un futuro mejor para ellos y para las generaciones venideras.
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