El Club Deportivo Naco ha sido, por décadas, un símbolo de integración familiar, recreación sana, formación deportiva y crecimiento cultural. Un refugio social que ha permitido a sus socios, muchos de ellos miembros de clase media y profesionales comprometidos con el país, contar con un espacio digno, sin el costo elevado de restaurantes, bares y centros privados de entretenimiento.

Por eso resulta preocupante la dirección que ha tomado la actual administración del Club. Si bien es justo reconocer que se están realizando más actividades y mejoras estructurales que en gestiones anteriores, no se puede aceptar que la única vía para lograrlas sea aumentar las cuotas mensuales, y encarecer los servicios internos, como alimentos y bebidas, mientras se reducen los beneficios esenciales, como la cantidad de invitados permitidos.

Ya son dos aumentos de cuota en una misma administración, sumados al alza de precios en productos y servicios que los propios socios consumen dentro del club que sostienen con su membresía. ¿Cuál es el mensaje? ¿Qué se nos está ofreciendo a cambio de pagar más y recibir menos?
El Club Naco no puede seguir el camino de convertirse en un negocio cerrado donde cada proyecto de remodelación o cada mejora implique directamente cargar al socio con más gastos. Para eso está la administración, para gestionar, planificar, optimizar recursos, buscar alianzas estratégicas y ejercer un liderazgo basado en la eficiencia, la honestidad y la transparencia.

De continuar esta ruta, el riesgo es claro, el socio se desencanta, se siente usado más que valorado, y poco a poco empieza a comparar su club con cualquier establecimiento privado que le cobra por entrar, por consumir y por cada actividad adicional. Y ese no fue el espíritu con que se fundó el Club Deportivo Naco.

Los clubes sociales deben ser espacios que apalíen el alto costo de la vida, no que lo repliquen. Deben seguir siendo una alternativa digna, no una carga. No se trata de detener los cambios, sino de cambiar la forma en que se gestionan.

Invitamos a la directiva actual a reflexionar, a escuchar a la membresía y a volver al principio, este club no es una empresa con clientes, es una comunidad con socios. Y los socios merecen respeto, participación, claridad y una administración verdaderamente capaz.

Rafael Ramirez Medina

Ejecutivo turístico

Rafael Ramírez Medina, es egresado de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, donde obtuvo los títulos de Licenciado en Economía y Contabilidad, con una maestría en Administración y Finanzas en la misma universidad. Posee una vasta experiencia de más de 25 años en el área de Administración y Finanzas, ocupando diversas posiciones de mucha responsabilidad en empresas como la PriceWaterhouseCoopers (PwC), Banco BHD, Falconbridge Dominicana, Grupo Farah y Grupo Puntacana. Desde febrero del 2000 hasta la fecha trabaja en el Grupo Puntacana, Actualmente es el Director de Administración y Finanzas del Aeropuerto Internacional de Puntacana y Oficial de Cumplimiento de Grupo Puntacana. Es, además, el creador de la columna Finanzas para no financieros del periódico semanal Bavaro News, donde expone artículos de interés financiero, y es el Autor del libro Finanzas para no Financieros, publicado el pasado año 2019. Es miembro del voluntariado Junior Achievement la cual es una institución Internacional sin fines de lucro, formado por profesionales que contribuyen a la formación de valores, actitudes y espíritu emprendedor de los jóvenes. Rafael Ramírez ha participado en varios seminarios, talleres y diplomados, tanto a nivel nacional como internacional, tocando temas como: Lavado de Activos (Finjus), Certified Professional in Anti Money Laundering de Florida International Bankers Association (FIBA), Programa de Eficiencia Grupo Puntacana (Instituto Tecnológico de Monterrey), Seminario Internacional de Economía y Contabilidad (Cuba) , Operacionalización de la estrategia (Link Gerencial) Eficiencia Operativa y Financiera de los Aeropuertos (Costa Rica) etc.

Ver más