Embajadora Linda Castillo de Julián

A veces, cuando ya no tienes 18 años desde hace mucho tiempo, te enfrentas a situaciones difíciles. Recuerdo perfectamente la noche en que el embajador se presentó en la recepción del hotel Sofitel, en las inmediaciones de una pequeña iglesia que me encantaba frecuentar cada vez que visitaba Santo Domingo. Este Sofitel se encuentra a unos 10 minutos a pie del palacio Consistorial. El embajador Rafael Julián llevaba una hermosa guayabera blanca.

Después de reconstituir la mitad de la historia de la isla, nos fuimos a la mesa. Aún hoy recuerdo el extraordinario aroma del espagueti. En cada conversación – y tenemos muchas por año- ; en cada tarjeta de felicitación de fin de año que me traía nuestro amigo Jacobo Lama y después de nuestros comentarios sobre algún evento en Haití, el proyecto de una futura reunión de espagueti cerraba nuestras conversaciones.

La semana pasada, me entró un verdadero pánico cuando me dijeron " Si pero decida venir la vida es corta." Leyendo a Omar Rancier, aprendí a construir el Santo Domingo de los recuerdos olfativos. Por ejemplo, recuerdo el olor del tabaco, en la esquina de la calle frente a la Catedral Primada. A las 7 de la mañana o la noche después del cierre de esta tienda especial, las notas del perfume persistieron. La casa del ámbar ofrecía, cerca de la calle Arzobispo Meriño, un perfume diferente. Leyendo también los detalles arquitectónicos alrededor de un lugar fascinante, he reanudado con mis paseos nocturnos por El Conde que solo existe en mi corazón…

La semana pasada después de un nuevo elogio a la cocinera del espagueti, la embajadora Linda Castillo de Julián, no podía recordar si la cena tuvo lugar durante mis conferencias en la Fortaleza Ozama (Torre del Homenaje), en julio de 2003 o durante mi participación en el seminario sobre seguridad hemisférica en noviembre de 2007. Mientras tanto, perdí todos mis cuadernos de notas durante el terremoto de enero de 2010 y cada vez más me di cuenta de que cuando uno tiene 18 años varias veces, las confusiones cronológicas se instalan maravillosamente. Un detalle importante me recuerda, 22 años más tarde, que el espagueti con Rioja tuvo lugar en 2003. Me quedé una noche en el Sofitel. Después, todos los conferenciantes, invitados del Rey de España, se alojaron en el hotel Nicolás de Ovando.

Santo Domingo de Guzmán es una ciudad misteriosa. Durante años estuve entre los fieles de La Cafetera (El Conde, 253). Cuando descubrí el capuchino del Nicolás de Ovando, le pregunté a las damas de la recepción ¿cuál es el secreto? Finalmente entendí que Santo Domingo tiene alma. No sé si he tenido la suerte de encontrarla durante mis largos paseos, mucho antes de mi operación en la rodilla y con apenas dos veces 18 años; tengo sin embargo la certeza de que hay que ser aceptado por la gente de la ciudad para entender lo que trato de explicarle. Cuando nos sentamos tranquilamente a cuestionar la historia cotidiana de los habitantes de esta ciudad, incluso me atrevo a preguntarme si los turistas comprenden que Santo Domingo de Guzmán es esencialmente una ciudad de aristócratas. Los auténticos, los aristócratas del corazón. Vivo en un universo tan complicado y peligroso, estas pocas palabras para decirles que el perfume del espagueti con Rioja de hace 22 años ha quedado bien grabado en mi corazón. Espero que pronto, Dios nos ayude a renovar el milagro.

Gilbert Mervilus

Historiador

Nacido en Puerto Príncipe en el año 1963, Gilbert Mervilus es especialista en historia, pintura y literatura haitiana. Tras realizar sus estudios en la capital del país, se especializó en Gramática, Historia de la Lengua Española y Literatura de España y América Latina en diversos cursos de formación. Posteriormente ha realizado estudios avanzados en Literatura y Arte francés. Inicia sus actividades como profesor de español en 1986, a las que siguieron las de Traductor e Intérprete en 1988; Traductor de Corresponsales Extranjeros en Prensa; Profesor de Español en la Universidad de Quisqueya (1998–2001); traductor en el Ejército de la E.U.A. de 1993 a 1994; traductor e Intérprete Oficial del Ministerio de Salud Pública (2001–04). Es autor de numerosas publicaciones y conferencias [ La Historia de la Pintura Haitiana ,Costa Rica, 1988; La Pintura Moderna,1993; Una Nueva Cotización del Arte Haitiano,octubre1994]; y traductor jurado.

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